Una noche de abril de 2008 en la estación central de la antigua y orgullosa ciudad “libre” de Bremen, Alemania, me esperaba el “Kaiser” de l...
Una noche de abril de 2008 en la estación central de la antigua y orgullosa ciudad “libre” de Bremen, Alemania, me esperaba el “Kaiser” de los submarinos radiocontrolados: Lothar Mentz. Para que lo pudiera distinguir el fundador y ex presidente de la asociación internacional de modelistas de submarinos radiocontrolados “Sonar” llevaba en sus manos el último ejemplar de la revista que publica dicha asociación, yo llevaba el anuario de El Snorkel con el mismo objetivo.
Al fin nos veíamos en persona después de tantos emails y alguna que otra llamada telefónica. Al instante estábamos hablando de submarinos y modelos a escala, una conversación que se extendió por casi dos días.
Lothar Mentz y Pablo Castro en el "astillero" del sótano de la casa de Lothar.
-¿Por qué te llaman el “Kaiser” de los submarinos radiocontrolados?Lothar sonríe, es una persona afable y para nada vanidoso pero le divierte el mote y más aún contar su origen:-Hace un tiempo, en un foro de Internet, me crucé en una discusión con un modelista norteamericano muy conocido –tanto por sus logros en el rubro como por su vanidad y malos modos -que se auto-tituló el “Rey” de los submarinos RC. Entonces le dije “si usted es el Rey entonces yo ¡soy el Kaiser!.
El "Kaiser" frente a una de sus creaciones: el Sjöormen.
El Gotland en 1/32 con su interior al descubierto.
Los mecanismos de estos submarinos son en casi todo equivalentes a los reales: tanque de lastre principal accionado por aire comprimido, compresor de aire, tanques de compensación a proa y a popa (del tipo pistón), sistemas neumáticos para elevar y retraer los mástiles, snorkel con sensor de humedad que interrumpe el ingreso de aire si se moja, baterías de plomo ácido, motor eléctrico y todos los sistemas electrónicos de control necesarios. Lo único que falta a bordo es un motor diesel para recargar las baterías y tubos lanzatorpedos. Pero esto, como era fácil adivinar viendo la calidad y complejidad de la mecánica y electrónica que tenía frente a mis ojos, no se debe a falta de capacidad técnica para lograrlo.
Con gesto divertido el Kaiser me saca la duda: -Un miembro de Sonar adaptó un motor a explosión para recargar las baterías…¡sólo para probar que se puede hacer! ¿Torpedos? ¿Para qué? Estos submarinos con el peso que tienen y a una velocidad de 10 Km por hora son torpedos por derecho propio y además no nos interesa andar disparando sino navegar y disfrutar de nuestros modelos “volando” bajo el agua.- Lothar me mira curioso y me repregunta: -¿Y cómo harías torpedos en la misma escala y que sean más rápidos que estos submarinos, que alcancen 20km/h por ejemplo?- No pude contestarle, no se me ocurre cómo construir mini-torpedos en escala 1/32 ¡que vayan a más de 20 Km/h en forma controlada! - Algún día si construyo un Seehund de este mismo tamaño –me dijo, señalando al Gotland- le voy a poner torpedos que funcionen, en ese caso sí que tendrían sentido.
Una característica curiosa del diseño de estos submarinos es la presencia de dos sistemas de tanques de lastre: sistema de aire comprimido y de pistón. Como ya mencioné más arriba, los tanques de pistón actúan como tanques de compensación para estabilizar el submarino en el agua. Sin embargo me parece un sistema por demás complejo y redundante pero Lothar me cuenta otra de sus anécdotas para ilustrar el punto:-Hace unos años un modelista norteamericano me decía que para qué tanto gasto y trabajo en colocar dos tanques pistón cuando él colocando unas pocas monedas de diez centavos de dólar estabilizaba la flotabilidad de su modelo. Le contesté que en el tiempo que él colocaba las monedas tratando de nivelar su modelo yo le podía estar dando vueltas alrededor con cualquiera de mis modelos. Una vez colocado el modelo en el agua cualquier variación en la línea de flotación debido a cambios en la densidad del agua –por temperatura y/o composición-, cambios de peso en el interior del casco por cambios en los sistemas, etc. se compensa en segundos con unos pocos ajustes desde el control remoto haciendo entrar o salir agua del pistón de proa o del de popa ya que estos pueden tomar o desalojar cantidades de agua perfectamente reguladas.
Sección de proa del Gotland en 1/32. Se observan el tanque pistón de compensación (fabricación propia), el cierre hermético y el tanque de aire comprimido.
Estos modelos son del tipo “casco seco”, es decir que el interior del casco está seco, como en los submarinos reales, y el agua entra sólo a los tanques de lastre para lograr la flotabilidad neutra necesaria para navegar bajo el agua. El caso opuesto es el de los modelos de “casco húmedo”, muy populares en Estados Unidos, donde se utiliza un compartimiento a prueba de agua en el que se colocan todos los sistemas, mientras que el interior del casco se llena de agua.
Como es de esperar, el sistema de cierre es crítico para mantener toda esa electrónica seca. -El mecanismo de cierre es un invento mío –dice Lothar-. Con estos diámetros (~20 cm) un sistema de bayoneta sería complejo y caro de realizar. El casco cilíndrico central se une a la proa y la popa mediante sellos de aluminio torneado con o-rings que aseguran la hermeticidad. Un tornillo va desde la proa y otro desde la popa hasta el hueco donde van alojados los mástiles bajo la vela. Desde ese lugar se ajustan ambos tornillos que garantizan el cierre de ambos extremos. Una vez ajustado el cierre a proa y popa una tapa con tornillos y un sello de goma aísla el compartimiento de mástiles y sus cilindros neumáticos.
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Sección central del Gotland en 1/32. Se observan los mástiles accionados por aire comprimido (ver mangueras azules), baterías (en negro) y conexiones eléctricas entre proa y popa..
¿Y dónde está el tanque de lastre principal? –pregunto, desconcertado por tantas mangueras, cables y sellos--El tanque de lastre principal tiene forma de U y rodea al compartimiento de mástiles. –el maestro que Lothar lleva adentro sale de nuevo a relucir cuando me muestra los planos del Tijgerhaai- El centro de gravedad del submarino en superficie está ubicado hacia el final de la vela mientras que el del tanque de lastre lo colocamos siempre un poco hacia proa de éste: es mejor tener un submarino que se sumerge de proa y sale a la superficie un poco también de proa. Si la popa queda demasiado “alta” ¡parece un patito de goma!
La complejidad y calidad de los sistemas de estos submarinos hacen pensar en costos altísimos y que sólo gente con mucho dinero podría llegar a construirlos. Nada más lejos de la realidad. La filosofía de construcción de submarinos de Sonar es tal que aún gente con ingresos moderados puede tener uno de estos modelos. La clave es que se trabaja cooperativamente en equipos de tres o cuatro miembros de forma tal de cubrir las diversas facetas de la construcción de los modelos, por ejemplo: uno se especializa en la electrónica, otro en la construcción del casco y el otro en los sistemas hidráulicos. Así se van construyendo los modelos, con mucho trabajo y dedicación por parte de cada miembro del grupo. Todo (a excepción de los servos, motores y receptores de radio) se fabrica desde cero y con los materiales más económicos que puedan conseguir. Un ejemplo de esto es el casco cilíndrico de algunos modelos como los 209s, Gotland, Sjoormen, etc. Cuando le pregunté a Lothar: - ¿Por qué esta escala de 1/30 o 1/32 de tus modelos? Me contestó: -Son caños de PVC adaptados. Como el diámetro de estos caños es de ~ 20 cm los modelos basados en submarinos con cascos de 6 a 7 m de diámetro ¡nos quedan aproximadamente en escala 1/30! El resto del casco es fibra de vidrio (hacen los moldes y matrices a mano) y aluminio torneado. Otro ejemplo de economía es el motor que hace girar el radar: -Un servo modificado sería muy caro –dice Lothar- a este que venía con caja de reducción lo compramos en una feria de pulgas a sólo 1 euro…
Por eso estos modelos se alejan del prejuicio de algunos que los consideran sólo juguetes caros. No sólo hay un trabajo de investigación previa para reproducir hasta el mínimo detalle, sino una ingeniería y diseño que superan a cualquier producto comercial. Me fui de Bremen agradecido por la experiencia de ver estas máquinas en persona y de aprender de Lothar no sólo de submarinos sino de filosofía de vida. Una filosofía basada en que el ingenio, el apoyo de la familia, la cooperación y la dedicación al trabajo reemplazan con mucha ventaja al dinero. Por último, y no menos importante: que la colaboración, la amistad y la solidaridad son siempre más efectivas que la competencia.
Al fin nos veíamos en persona después de tantos emails y alguna que otra llamada telefónica. Al instante estábamos hablando de submarinos y modelos a escala, una conversación que se extendió por casi dos días.
Lothar Mentz y Pablo Castro en el "astillero" del sótano de la casa de Lothar.
-¿Por qué te llaman el “Kaiser” de los submarinos radiocontrolados?Lothar sonríe, es una persona afable y para nada vanidoso pero le divierte el mote y más aún contar su origen:-Hace un tiempo, en un foro de Internet, me crucé en una discusión con un modelista norteamericano muy conocido –tanto por sus logros en el rubro como por su vanidad y malos modos -que se auto-tituló el “Rey” de los submarinos RC. Entonces le dije “si usted es el Rey entonces yo ¡soy el Kaiser!.
El "Kaiser" frente a una de sus creaciones: el Sjöormen.
Una vez en su taller pude comprobar que el título imperial era más que adecuado. El taller es un verdadero astillero en el que descansan los cascos de varios submarinos RC. Lo primero que destaca a la vista son el Sjöormen y el Gotland en escala 1/32 sobre sus bases de madera labrada, por atrás se puede ver un V-80 y algún otro submarino pero toda mi atención está enfocada en estas dos maravillas. Me acerco con todo el cuidado –que nunca es poco- que hay que tener en presencia de las obras de un modelista y comienzo a examinarlos. El nivel de detalles de cubierta y casco es espectacular pero lo realmente fantástico yace en el interior. En segundos Lothar me estaba mostrando las entrañas de estas máquinas. Con unos pocos movimientos separó la vela y la cubierta del casco cilíndrico del Gotland. Con un poco más de trabajo separó la proa y la popa.
El Gotland en 1/32 con su interior al descubierto.
Los mecanismos de estos submarinos son en casi todo equivalentes a los reales: tanque de lastre principal accionado por aire comprimido, compresor de aire, tanques de compensación a proa y a popa (del tipo pistón), sistemas neumáticos para elevar y retraer los mástiles, snorkel con sensor de humedad que interrumpe el ingreso de aire si se moja, baterías de plomo ácido, motor eléctrico y todos los sistemas electrónicos de control necesarios. Lo único que falta a bordo es un motor diesel para recargar las baterías y tubos lanzatorpedos. Pero esto, como era fácil adivinar viendo la calidad y complejidad de la mecánica y electrónica que tenía frente a mis ojos, no se debe a falta de capacidad técnica para lograrlo.
Con gesto divertido el Kaiser me saca la duda: -Un miembro de Sonar adaptó un motor a explosión para recargar las baterías…¡sólo para probar que se puede hacer! ¿Torpedos? ¿Para qué? Estos submarinos con el peso que tienen y a una velocidad de 10 Km por hora son torpedos por derecho propio y además no nos interesa andar disparando sino navegar y disfrutar de nuestros modelos “volando” bajo el agua.- Lothar me mira curioso y me repregunta: -¿Y cómo harías torpedos en la misma escala y que sean más rápidos que estos submarinos, que alcancen 20km/h por ejemplo?- No pude contestarle, no se me ocurre cómo construir mini-torpedos en escala 1/32 ¡que vayan a más de 20 Km/h en forma controlada! - Algún día si construyo un Seehund de este mismo tamaño –me dijo, señalando al Gotland- le voy a poner torpedos que funcionen, en ese caso sí que tendrían sentido.
Una característica curiosa del diseño de estos submarinos es la presencia de dos sistemas de tanques de lastre: sistema de aire comprimido y de pistón. Como ya mencioné más arriba, los tanques de pistón actúan como tanques de compensación para estabilizar el submarino en el agua. Sin embargo me parece un sistema por demás complejo y redundante pero Lothar me cuenta otra de sus anécdotas para ilustrar el punto:-Hace unos años un modelista norteamericano me decía que para qué tanto gasto y trabajo en colocar dos tanques pistón cuando él colocando unas pocas monedas de diez centavos de dólar estabilizaba la flotabilidad de su modelo. Le contesté que en el tiempo que él colocaba las monedas tratando de nivelar su modelo yo le podía estar dando vueltas alrededor con cualquiera de mis modelos. Una vez colocado el modelo en el agua cualquier variación en la línea de flotación debido a cambios en la densidad del agua –por temperatura y/o composición-, cambios de peso en el interior del casco por cambios en los sistemas, etc. se compensa en segundos con unos pocos ajustes desde el control remoto haciendo entrar o salir agua del pistón de proa o del de popa ya que estos pueden tomar o desalojar cantidades de agua perfectamente reguladas.
Sección de proa del Gotland en 1/32. Se observan el tanque pistón de compensación (fabricación propia), el cierre hermético y el tanque de aire comprimido.
Sección de popa del Gotland en 1/32. Se observan el tanque pistón de compensación de popa, baterías de plomo ácido, electrónica y el tanque de aire comprimido auxiliar.
Estos modelos son del tipo “casco seco”, es decir que el interior del casco está seco, como en los submarinos reales, y el agua entra sólo a los tanques de lastre para lograr la flotabilidad neutra necesaria para navegar bajo el agua. El caso opuesto es el de los modelos de “casco húmedo”, muy populares en Estados Unidos, donde se utiliza un compartimiento a prueba de agua en el que se colocan todos los sistemas, mientras que el interior del casco se llena de agua.
Como es de esperar, el sistema de cierre es crítico para mantener toda esa electrónica seca. -El mecanismo de cierre es un invento mío –dice Lothar-. Con estos diámetros (~20 cm) un sistema de bayoneta sería complejo y caro de realizar. El casco cilíndrico central se une a la proa y la popa mediante sellos de aluminio torneado con o-rings que aseguran la hermeticidad. Un tornillo va desde la proa y otro desde la popa hasta el hueco donde van alojados los mástiles bajo la vela. Desde ese lugar se ajustan ambos tornillos que garantizan el cierre de ambos extremos. Una vez ajustado el cierre a proa y popa una tapa con tornillos y un sello de goma aísla el compartimiento de mástiles y sus cilindros neumáticos.
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Sección central del Gotland en 1/32. Se observan los mástiles accionados por aire comprimido (ver mangueras azules), baterías (en negro) y conexiones eléctricas entre proa y popa..
¿Y dónde está el tanque de lastre principal? –pregunto, desconcertado por tantas mangueras, cables y sellos--El tanque de lastre principal tiene forma de U y rodea al compartimiento de mástiles. –el maestro que Lothar lleva adentro sale de nuevo a relucir cuando me muestra los planos del Tijgerhaai- El centro de gravedad del submarino en superficie está ubicado hacia el final de la vela mientras que el del tanque de lastre lo colocamos siempre un poco hacia proa de éste: es mejor tener un submarino que se sumerge de proa y sale a la superficie un poco también de proa. Si la popa queda demasiado “alta” ¡parece un patito de goma!
Planos del Tijgerhaai cedidos por Lothar y modificados para este artículo a fin de visualizar los diferentes sistemas de a bordo.
La complejidad y calidad de los sistemas de estos submarinos hacen pensar en costos altísimos y que sólo gente con mucho dinero podría llegar a construirlos. Nada más lejos de la realidad. La filosofía de construcción de submarinos de Sonar es tal que aún gente con ingresos moderados puede tener uno de estos modelos. La clave es que se trabaja cooperativamente en equipos de tres o cuatro miembros de forma tal de cubrir las diversas facetas de la construcción de los modelos, por ejemplo: uno se especializa en la electrónica, otro en la construcción del casco y el otro en los sistemas hidráulicos. Así se van construyendo los modelos, con mucho trabajo y dedicación por parte de cada miembro del grupo. Todo (a excepción de los servos, motores y receptores de radio) se fabrica desde cero y con los materiales más económicos que puedan conseguir. Un ejemplo de esto es el casco cilíndrico de algunos modelos como los 209s, Gotland, Sjoormen, etc. Cuando le pregunté a Lothar: - ¿Por qué esta escala de 1/30 o 1/32 de tus modelos? Me contestó: -Son caños de PVC adaptados. Como el diámetro de estos caños es de ~ 20 cm los modelos basados en submarinos con cascos de 6 a 7 m de diámetro ¡nos quedan aproximadamente en escala 1/30! El resto del casco es fibra de vidrio (hacen los moldes y matrices a mano) y aluminio torneado. Otro ejemplo de economía es el motor que hace girar el radar: -Un servo modificado sería muy caro –dice Lothar- a este que venía con caja de reducción lo compramos en una feria de pulgas a sólo 1 euro…
Por eso estos modelos se alejan del prejuicio de algunos que los consideran sólo juguetes caros. No sólo hay un trabajo de investigación previa para reproducir hasta el mínimo detalle, sino una ingeniería y diseño que superan a cualquier producto comercial. Me fui de Bremen agradecido por la experiencia de ver estas máquinas en persona y de aprender de Lothar no sólo de submarinos sino de filosofía de vida. Una filosofía basada en que el ingenio, el apoyo de la familia, la cooperación y la dedicación al trabajo reemplazan con mucha ventaja al dinero. Por último, y no menos importante: que la colaboración, la amistad y la solidaridad son siempre más efectivas que la competencia.
Agradecimientos: a Heidi y Lothar Mentz por la amistad y la hospitalidad que me brindaron.
Pablo A. Castro
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