El primer sumergible en la historia de la Marina de Guerra del Perú fue concebido por el ingeniero Federico Blume Othon en 1866 y construido en Piura el año 1879. Exitosas pruebas en Paita y el Callao demostraron que era posible navegar bajo superficie con un triple sistema de propulsión que incorporaba la acción humana, máquina a vapor y botellas de aire comprimido. Lamentablemente, el desenlace de la Guerra del Pacífico no permitió utilizarlo con éxito y se debió hundir en enero de 1881.
El primer sumergible en la historia de la Marina de Guerra del Perú fue concebido por el ingeniero Federico Blume Othon en 1866 y construido en Piura el año 1879. Exitosas pruebas en Paita y el Callao demostraron que era posible navegar bajo superficie con un triple sistema de propulsión que incorporaba la acción humana, máquina a vapor y botellas de aire comprimido. Lamentablemente, el desenlace de la Guerra del Pacífico no permitió utilizarlo con éxito y se debió hundir en enero de 1881.
Muchos de los oficiales que combatieron en la Guerra del Pacífico y que conocieron la versatilidad del bote submarino de Blume apostaron por adquirir sumergibles treinta años más tarde. A principios de la década de 1910 el Perú ordenó la construcción de dos sumergibles tipo Labeuf en Francia, unidades que antes de la Primera Guerra Mundial sólo poseían las potencias navales. Por ello la tradición submarinista en nuestro país se inicia cuando el 19 de agosto del año 1911 se recepciona en los astilleros franceses Scheneider du Chalons, Sur Saone, los sumergibles Ferré y Palacios, nombres que evocan a Diego Ferré Sosa y Enrique Palacios Mendiburu oficiales que sirvieron a bordo del monitor Huáscar y que con su comandante Miguel Grau murieron en el combate de Angamos el 8 de octubre de 1879.
Los sumergibles Ferré y Palacios tenían un desplazamiento de 300 y 400 toneladas respectivamente y contaban con 1 tubo lanzatorpedos en proa, motores diésel Scheneider Carels con una potencia nominal de 400 y 200 H.P. para cada unidad, velocidad 12 y 9 nudos en superficie y 7 y 5 nudos en inmersión. Radio de acción: 2,000 millas a 10 nudos. Dotación: 19 hombres.
En el año 1926 se incorporaron en nuestra flota los submarinos tipo “R” construidos por The Electric Boat Co. de Groton, Connecticut, Estados Unidos de América, entregándose inicialmente en abril de 1926 el R1 y en mayo de 1928 el último de la serie: el R4. Las dos primeras unidades serían bautizadas como BAP Casma y BAP Islay. Los R3 y R4 recibieron los nombres BAP Pacocha y BAP Arica.
Las características principales de estos submarinos eran las siguientes: desplazamiento en superficie 576 toneladas, en inmersión 755 toneladas. Propulsión: 2 máquinas principales diésel Nelseco y motores eléctricos con una potencia nominal de 1,000 H.P. Eslora 186.5 pies, manga 17.5 pies, calado 15 pies. Velocidad en superficie 14.5 nudos y en inmersión 9.5 nudos. Armamento 4 tubos lanzatorpedos en proa un montaje simple de 3 pulgadas en cubierta. Radio de acción a velocidad económica 8,000 millas. Dotación: 30 hombres.
Los flamantes buques conformaron la primera División de Submarinos, verdadera viga maestra de una escuela que en el transcurso de 30 años, formalizó instrucción, entrenamiento y experiencia, concatenando así en su conjunto una formación profesional que da a los submarinistas peruanos lugar de especial reconocimiento profesional en el mundo.
Es del caso recordar lo que el periódico The New London Day publicó el 21 de abril de 1928 respecto a uno de estos buques: The `R-3’ at the time is skidded down the ways, was the fines and most modern submarine in the world, huelgan comentarios en relación a este importante dato que recogiera el contralmirante Federico Salmón de la Jara el año 1950 con motivo del retorno de los submarinos tipo R a los astilleros de su construcción, es importante capítulo de la historia submarinista nacional. Con el Almirante Salmón -por entonces capitán de fragata- integraron la Comisión oficiales de singular prestigio como: los capitanes de corbeta Luis E. Vargas Caballero, Miguel Rotalde, Alfredo Batistini, Carlos Llosa, Luis López de Castilla y con ellos los tenientes primero: Ramón Arróspide, Luis E Villena, Manuel Piqueras, Enrique Gamero, Gastón Herrera y Luis Vargas B. (SN). tenientes segundo: Pedro Mazuré, Francisco Mariátegui, Juan Egúsquiza, Pedro Gálvez U., Antonio Miranda, Luis Díaz, Hugo Sommerkamp, Enrique Fernández Dávila, y Enrique Alejandro Marchini. Las dotaciones de los buques y Comandancia de la División prestaron, todos ellos y su personal subalterno, patriótico e invalorable servicio a la nación, labor plural a la que se sumaron en New London el teniente primero Alberto Indacochea Queirolo y el teniente primero Francisco Quiroz Tafur.
Constituyó un tercer hito, en los últimos años de la década del 50, dentro de los planes de renovación de unidades navales, la adquisición de nuevos submarinos tipo “Sierra”: BAP 2 de Mayo, BAP Abtao, BAP Angamos y BAP Iquique que fueron construidos también en los astilleros de The Electric Boat Co., Groton, Connecticut, de los Estados Unidos. Estos buques desplazaban 825 toneladas en superficie y 1,400 toneladas en inmersión. Propulsión: máquinas principales 2 motores diésel General Motors 278A y motores eléctricos acoplados a dos ejes con una potencia nominal de 2,400 HP. Armamento: 4 tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas en proa y 2 en popa, un montaje simple de 5 pulgadas en cubierta (sólo en los submarinos 2 de Mayo y Abtao). Eslora: 243 pies, manga 22 pies, calado 14 pies. Velocidad: 16 nudos en superficie y 10 nudos en inmersión. Radio de acción: 5,000 millas a 10 nudos. Dotación: 40 hombres.
Inicialmente los nombres de estos buques fueron Lobo, Tiburón, Atún y Merlín, se mantuvieron en servicio durante cuarenta años y consolidaron una tradición que hace bien a la espiritualidad submarinista de nuestra Marina de Guerra. Hoy el BAP Abtao constituido en Museo Submarino, único de su tipo en América del Sur, rinde implícito homenaje a la saga submarinista que integró.
El año 1974 se adquirió de la Marina de los Estados Unidos de América dos submarinos tipo “Guppy”. Las características principales de estas unidades bautizadas con los nombres Pacocha y La Pedrera eran las siguientes: desplazamiento en superficie 1,870 toneladas, en inmersión 2,440 toneladas. Propulsados por 3 motores diésel en superficie con una potencia nominal de 4,800 H.P y dos motores eléctricos en inmersión para 5,400 H.P. acoplados a dos ejes. Armamento: 6 tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas en proa y 4 en popa. Eslora: 93.8 metros, manga 8.2 metros y calado 5.2 metros. Velocidad: 18 nudos en superficie y 15 nudos en inmersión. Dotación: 85 hombres.
La presencia de estas unidades en nuestra Marina significó importantes tareas de acondicionamiento que realizó el Servicio Industrial de la Marina y el propio personal submarinista cuyas virtudes en el aspecto técnico quedaron demostradas en la operatividad alcanzada, especialmente en el caso del BAP Pacocha. Justamente esta unidad protagoniza en la larga historia de los submarinos peruanos y los hombres que sirven a bordo, dramático episodio que tuvo lugar el 26 de agosto de 1988 cuando el barco pesquero Kyowa Maru embistió el Pacocha por la aleta de babor a las 18:40 horas de aquel día ocasionando que el buque se fuera a pique. Murieron ocho marinos aquella tarde de agosto: capitán de fragata Daniel Nieva Rodríguez, teniente segundo Luis Roca Sara, técnico 2do. Orlando Valdez Pacheco, técnicos 3ro. Carlos Orosco León, Rigoberto Gonzales Pisfil y Walter García Morales, oficial de mar lro. Juan Oré Rojas y oficial de mar 2do. Carlos Grande Rengifo.
Durante once meses, desde el 30 de agosto de 1988 hasta el 23 de julio de 1989, la Marina peruana realizó un trabajo de salvamento que tiene en sí mismo un significado (…) heroico. Porque se puede ser héroe también, trabajando infatigablemente en demanda de un objetivo en tiempo de paz. La operación de reflotamiento del BAP Pacocha, constó de seis fases que se iniciaron con una preliminar de inspección y evaluación para terminar en la fase de soplado final.
“Ciento cincuenta hombres, setenta de ellos buzos pertenecientes al Servicio de Salvamento laboraron ochocientas horas, doscientas de inspección preliminar y seiscientas de buceo efectivo antes de reflotar el buque que se encontraba a ciento diez pies de profundidad.
“Dotaciones de la Fuerza de Superficie, BAP Paita; de la Fuerza de Submarinos, BAP Iquique; helicópteros de la Fuerza de Aviación Naval; los remolcadores BAP Unánue, BAP Mejía y BAP Guardián Ríos participaron activamente en las diversas tareas de reflotamiento. Especial protagonismo cupo al remolcador BAP Dueñas que actuó como plataforma de buceo. El esfuerzo mancomunado de los hombres junto con la eficaz administración de los recursos asignados por la Marina, propiciaron que el domingo 23 de julio de 1989, exactamente a las 14 horas y 35 minutos la proa del BAP. Pacocha preludiara la hazaña.
A las 16 horas y 28 minutos, el BAP Pacocha emergió y tras una pronunciada escora a estribor, se estabilizó y quedó perfectamente bien adrizado en superficie.
Los BAP Islay y Arica, submarinos tipo 209 construidos en los astilleros Howaldtswerke Deutsche Werft R. G., de Kiel, Alemania arribaron al Callao en los años 1974 y 1975, constituyendo los primeros buques de su tipo en arribar a nuestras costas de un total de seis que incrementaron la Fuerza de Submarinos. Al iniciarse la década del 80 arribaron dos buques más del tipo 209: BAP Casma y BAP Antofagasta. Finalmente el año 1983 arribaron el BAP Chipana y el BAP Pisagua, completando el número de unidades previsto por la Institución y que constituyen hoy el pilar de esta Fuerza próxima a cumplir 100 años.
Las características de los submarinos tipo 209 son: desplazamiento 1,180 toneladas en superficie y 1,285 en inmersión. La planta propulsora consta de 4 motores diésel MTU tipo 12V493AZ80 y un motor eléctrico Siemens acoplados a un eje. Velocidad 11 nudos en superficie y 21 nudos en inmersión. La autonomía a 4 nudos es 11,300 millas. Ocho tubos lanzatorpedo de 533 milímetros y capacidad para 14 torpedos filoguiados SST 4 conforman la capacidad armamentista de estas formidables unidades. La eslora es 55.90 metros, manga 6.30 metros y calado 5.50 metros. Los sensores y sistemas de control de tiro son de última generación. La dotación: 35 hombres.
Prueba de este prestigio son los operativos anuales internacionales que se llevan a cabo en la costa atlántica de los Estados Unidos, donde nuestras unidades participan en ejercicios con los buques norteamericanos.
La necesidad de efectuar un especial mantenimiento y cambio de baterías en los submarinos tipo 209 constituyó un reto para el Servicio Industrial de la Marina. Desde el año 1968 el astillero realiza trabajos de gran envergadura en este tipo de naves. Basado en su larga experiencia, el SIMA ha logrado desarrollar eficientes procedimientos que han sido utilizados incluso por otras marinas, como fue el caso del recorrido realizado al submarino colombiano tipo 209 Tayrona entre abril y mayo de 1997.
Organización
ESCUELA DE SUBMARINOS
La Escuela de Submarinos es el Alma Mater de los submarinistas peruanos y es la encargada de la preparación y formación del personal que conformará las dotaciones de nuestras unidades submarinas. En 1915 se implementó el B.A.P. Lima para que en él se dictaran inicialmente charlas de mantenimiento y operación de submarinos. Es en marzo de 1939 fecha que se crea oficialmente los programas de instrucción, con la infraestructura necesaria para la formación de los futuros submarinistas. Desde que se dictó el primer curso para submarinistas -el primero en su género en América Latina-, en esta Escuela se han formado 147 promociones, de ellas 63 son de Oficiales de Comando y 84 de Oficiales de Mar.
Dado el prestigio adquirido de esta escuela, en 1959 egresa la primera promoción de Oficiales y tripulantes de la República de Venezuela; en 1972 y 1973 se gradúan las dos primeras promociones de Oficiales y tripulantes de la República de Colombia, y también se han instruido alumnos becados de Brasil y Argentina. Por la vasta trayectoria de este centro de estudios navales, repúblicas hermanas siguen enviando oficiales para su capacitación en nuestro país.
La Escuela de Submarinos se encuentra ubicada en el área de la Estación Naval de Submarinos, cuyo local fue inaugurado en diciembre de 1989, el cual está dotado de amplias aulas y con la infraestructura que facilita una adecuada instrucción a sus alumnos.
Capacitación académica
En la Escuela de Submarinos se imparten cursos de Calificación en Submarinos para Oficiales y Personal Subalterno, los mismos que tienen una duración de dos años académicos. En el primer año se desarrolla la parte teórica del curso combinada con ejercicios prácticos en la mar. En el siguiente se realiza a bordo de las unidades submarinas. En esta fase los alumnos cumplen con las exigencias de la parte práctica. Al término, de la intensa y ardua preparación son calificados en arma.
Adicionalmente, en la Escuela se dictan cursos de capacitación y entrenamiento, para mantener permanentemente entrenadas a las dotaciones de nuestros submarinos, así como estar actualizados en los últimos desarrollos tecnológicos.
-
- 1. Mástil del radar de navegación y búsqueda de superficie calypso III.
- 2. Mástil del periscopio de ataque
- 3. Mástil de antena de mage
- 4. Mástil de antenas de comunicaciones
- 5. Mástil del snorkel
- 6. Mástil del periscopio de búsqueda.
Los Oficiales submarinistas, pueden calificarse en Ingeniería Mecánica, Electrónica y Comunicaciones, Ingeniería de Sistemas y Armas Submarinas.
Asimismo, el personal subalterno de nuestros submarinos se capacita en distintos cursos dentro y fuera de la Marina de Guerra, en ramas como: Electrónica, Motores, Máquinas Eléctricas, Sistemas, Electrónica digital, Sistemas Sincronizados, Sistemas de Control y Monitoreo de ingeniería, Principios y aplicaciones de equipos de análisis vibracional, Sistema de Ingeniería para Submarinos, entre otros.
UNIDADES
Submarinos
• B.A.P. Angamos (SS-31)
• B.A.P. Antofagasta (SS-32)
• B.A.P. Pisagua (SS-33)
• B.A.P. Chipana (SS-34)
• B.A.P. Islay (SS-35)
• B.A.P. Arica (SS-36)
Buque Auxiliar
• San Lorenzo (ART-323)
COMMENTARIOS