Las operaciones de interdicción marítima MIO (Maritime Interdiction Operations) están enmarcadas dentro del concepto de las “Operaciones de paz”. El origen de dicho concepto surge de la necesidad de evitar y prevenir sucesos como los ocurridos el 11 de septiembre de 2001, donde fue alterado el orden mundial, sembrando una sensación de inseguridad en el mundo entero.
Las operaciones de interdicción marítima MIO (Maritime Interdiction Operations) están enmarcadas dentro del concepto de las “Operaciones de paz”. El origen de dicho concepto surge de la necesidad de evitar y prevenir sucesos como los ocurridos el 11 de septiembre de 2001, donde fue alterado el orden mundial, sembrando una sensación de inseguridad en el mundo entero. Dentro de las propias definiciones de las Naciones Unidas, las operaciones de paz se dividen en las siguientes etapas, así: Prevención de conflictos, Establecimiento de la Paz, Mantenimiento de la paz e imposición de la paz. Dentro de estas etapas se están considerando principalmente el uso de la fuerza y la forma de su empleo, dentro de ellas se encuentran como herramienta eficaz las operaciones de interdicción marítima (MIO) [1]. Dichas operaciones se definen como “la acción de negar el acceso a puertos específicos a naves mercantes para la importación/exportación de mercancías a un país determinado o a varios países” [1]. Ahora bien, estas acciones se desprenden de las conocidas como acciones de bloqueo, las cuales se dan dentro de un contexto de “Conflicto Armado Internacional” [2], donde el fin último es lograr el control del mar para usarlo en beneficio propio y negárselo al enemigo, donde la diferencia principal con las operaciones de interdicción marítima, es que estas se fundamentan en el Derecho Internacional, lo cual limita la imposición de la fuerza.
Partiendo de lo anterior, se enfrenta la evolución de diversos conflictos internacionales dentro del marco marítimo, donde las amenazas actuales ingresan variables que demandan habilidades específicas y especializadas para su debido control, tal como lo es el narcotráfico y el terrorismo [2]. En Colombia, la Armada Nacional ha logrado especializar sus fuerzas para la realización de operaciones de interdicción marítima (MIO), haciendo uso de diversas plataformas navales dentro de la ejecución de las mismas, donde se resalta la aplicación de Submarinos.
TESIS
El uso de Submarinos dentro del marco de las operaciones de interdicción marítima (MIO), alcanza un valor relevante como plataforma de inteligencia, ya que en condición de inmersión es prácticamente invisible ante las embarcaciones de superficie a las que se desea efectuar seguimiento. Aprovechando dicha condición ventajosa para efectos de acercamiento a la zona donde se desea operar, el Submarino se dispone a realizar tareas de control marítimo, vigilancia e inteligencia, utilizando la capacidad de desplegar diferentes sensores con los cuales puede llevar a cabo dicha misión [2]. Así mismo, el papel de los Submarinos puede ser disuasivo, prestando servicios de escolta a buques mercantes con el fin de evitar el uso de la fuerza por parte del enemigo durante el desarrollo de operaciones de interdicción marítimas o de operaciones de bloqueo frente a las fuerzas amigas [2].
SUSTENTACIÓN
El concepto de operación de interdicción marítima (MIO), está establecido para “reprimir infracciones y sanciones contra naciones” [2], concepto que enmarca la participación de submarinos como plataforma de vigilancia, inteligencia y defensa en caso de ser necesario, como herramienta para evitar las acciones hostiles dentro del mismo contexto. Ahora bien, teniendo en cuenta la naturaleza y las características de las MIO, las cuales permiten la aplicación del poder naval para “apoyar a las autoridades policiales en la prevención y represión al contrabando, al narcotráfico, al comercio ilegal de armas y al terrorismo en situaciones especiales condicionadas por el interés nacional” [2], entonces se logra enmarcar puntualmente el uso de los submarinos dentro del mismo contexto, modificando procedimientos en pro de enfatizar las funciones como plataforma de vigilancia, control de tráfico marítimo e inteligencia técnica. La estructuración de este tipo de operaciones siguen un esquema general que permite observar las ventajas que ofrecen las MIO en este tipo de misiones, pues estas permiten “el empleo de la fuerza coercitiva en cooperación con otras naciones”, lo cual genera gran ventaja sobre dichas actividades ilegales que traspasan fronteras y no tienen nacionalidad definida, aprovechando la permeabilidad de las fronteras como medio de impunidad [2]. En la actualidad, los Submarinos juegan un papel de gran importancia para el desarrollo efectivo de las MIO en Colombia, como operaciones de apoyo policial en contra del narcotráfico, contrabando, comercio ilegal de armas y terrorismo, pues como se mencionó anteriormente, su capacidad de sigilo y capacidad de ser plataforma de diferentes tipos de sensores lo han convertido en una herramienta eficiente para el desarrollo de dichas actividades. Inicialmente logra mantenerse “invisible” ante las medidas de vigilancia adoptadas comúnmente por los agentes delictivos, lo cual es la primera gran ventaja referente a su uso. Seguidamente se hace necesario lograr monitorear diferentes variables de la zona, y posteriormente lograr transmitir los datos recopilados en tiempo real y en forma segura. Para conseguir el control marítimo efectivo, vigilancia e inteligencia técnica, se debe hacer uso de diversos sensores. Inicialmente el control marítimo se desarrolla por medio del SONAR (SOund Navegation And Ranging) y el RADAR (Radio Detection And Ranging), para el segundo es necesario establecer condición de navegación a profundidad de periscopio, con el fin de hacer uso de los sensores (como el RADAR) que requieren estar en el espectro Electromagnético para su funcionamiento. Igualmente es necesario establecer dicha condición de navegación a profundidad de periscopio para desplegar los sensores necesarios para monitorear el uso del espectro electromagnético por parte de los agentes delictivos y poder realizar igualmente la transmisión de los datos obtenidos a las unidades de superficie y aéreas que se encuentren participando en la MIO. Por lo anteriormente explicado, se deduce que los costes para el sostenimiento de este tipo de operaciones son elevados, lo cual muchas veces no se justifican teniendo en cuenta los posibles beneficios de la operación, por lo que las misiones deben ser bien definidas y limitadas en el tiempo [2].
CONCLUSIONES
Las operaciones de interdicción marítima están enmarcadas en un contexto diplomático, las cuales aprovechan las relaciones internacionales para mantener la seguridad de las naciones y el control del mar bajo un manto de paz y unidad que traspasa fronteras, manteniendo los niveles de tensión dentro de límites manejables, evitando el conflicto armado y ayudando al control de amenazas para las diferentes naciones en términos sociales y económicos.
El apoyo a las actividades de carácter policial es fundamental dentro del papel de las MIO a nivel mundial, pero especialmente en Colombia toma gran importancia debido a la historia que precede los problemas que aquejan a la nación en la actualidad en términos de narcotráfico y terrorismo, por lo cual la Armada Nacional se ha visto avocada a innovar en el uso de herramientas disponibles, tales como los Submarinos que hacen parte de la dotación de esta institución, perfeccionando a lo largo del tiempo los procedimientos que hacen de estas plataformas que participan activamente en la lucha contra los agentes narcoterroristas que intentan utilizar el mar para el desarrollo de sus actividades al margen de la ley, un arma fundamental para impedir que los narcoterroristas logren culminar sus diversos objetivos que van en detrimento de la humanidad en general.
REFERENCIAS
[1] Campos, C. Alejandro. Operaciones de interdicción marítima en el contexto de las operaciones de paz de Naciones Unidas. 2006.
[2] Dos santos, Fernando. Operaciones de Interdicción Marítima. 2006
Autor: Tomas Ramiro Pérez
Romero[1]
[1] Teniente de Navío de
la Armada Nacional. Ingeniero Naval Electrónico. Oficial de división de armas y
cubierta, submarino ARC “PIJAO”.
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