Ahora quisiera tener las palabras precisas para terminar este pequeño relato, pero después de 30 años aún tengo en mi mente, como si fuera ayer cada instante vivido a bordo del submarino Pacocha, antes, durante y después del hundimiento del mismo.
El 26 de agosto de 1988 regresando al puerto del Callao luego de efectuar maniobras en el teatro de operaciones en el Mar de Grau, el submarino BAP. “PACOCHA” fue colisionado por el pesquero japonés Kiowa Maru N° 8. Al respecto se escribieron muchas historias, se hicieron muchas conjeturas de que se hizo o no se hizo para evitar el hundimiento del submarino, el cual quedó sentado en el fondo marino a una profundidad de 120 pies (aproximadamente 40 metros).
COLISIÓN POR PROA… COLISIÓN POR PROA…!!!
Fue la voz de alerta que cambiaría la vida de los tripulantes del submarino Pacocha, segundos después éramos embestidos por el pesquero Kiowa Maru N° 8 en la popa, a la altura del compartimento de Controles, donde se originó un incendio y posterior inundación. Se perdió la fuerza hidráulica, perdimos energía eléctrica y con esto el submarino empezó a perder flotabilidad al tener escotillas y válvula de casco abiertas.
Que hubieron acciones heroicas por parte de algunos hombres, ni dudarlo, que hubieron acciones que merecen nuestro reconocimiento, tampoco lo dudamos. Lo que debe quedar claro para la posteridad es que todos y cada uno de los hombres que navegamos aquel fatídico día, cumplimos a cabalidad con nuestra misión como lo hubiera hecho un submarinista peruano de otra nave y tal vez en otras circunstancias, porque para eso se nos preparó, para eso estudiamos y por eso mostramos orgullosos en el pecho nuestra insignia de submarinos.
El Capitán del submarino, el C.de F. Daniel Nieva Rodriguez fallece cerrando la escotilla de la Torre de Control; el Tte. 2° Luis Roca Sara junto al Técnico Rigoberto Gonzales y el Oficial de Mar Juan Oré, fallecen en el compartimento de máquinas tratando de restablecer la fuerza hidráulica para de evitar el hundimiento de la nave.
Como dice el Himno de la Marina de Guerra del Perú en una de sus estrofas:
“En los hombres que guardan memoria,
acciones de gloria, cual tuvo Noel,
si les toca su hora en la historia,
sabrán ser sublimes, así como él.
La Marina, por ellos existe,
y por ellos ha de perdurar…”
Los sobrevivientes existimos por ellos y la Gloriosa Marina de Guerra del Perú perdurará porque siempre habrá hombres decididos a dar la vida por su Institución y por la Patria. Todos y cada uno de los oficiales y tripulantes cumplieron a cabalidad con su misión y muchos de ellos, fueron más allá del deber.
Honor y Gloria para el C.de F. Daniel Nieva Rodríguez, el Tte. 2° Luis Roca Sara, el T1° Mot.(SS) Orlando Valdez Pacheco, el T2° Señ.(SS) Rigoberto Gonzales Pisfil, el T3 Ars. Walter García Morales, el OM1 Mot.(SS) Juan Oré Rojas y el OM2 Rad.(SS) Carlos Grande Rengifo, quienes fallecieron ese fatídico día de invierno. El OM2. Mot.(SS) Alberto Reyes Vilca falleció dos años 11 meses después a consecuencia de una embolia cerebral que lo mantuvo en estado vegetativo todo ese tiempo.
Ese 26 de agosto perdimos 8 hermanos, 23 pudieron salir del submarino y 25 quedamos atrapados en el fondo marino (22 en los compartimentos de Baterías y Torpedos de proa y 3 atrapados en el compartimento de máquinas) a la espera del rescate, pero al pasar las horas el oxígeno se agotaba, el ambiente se enrarecía y nuestras posibilidades de sobrevivir se extinguían. Motivo por el cual en las primeras horas del día 27 al saber que la nave de rescate que venía desde EE.UU. (DRSV) estaría lista en todo sentido y en el lugar del hundimiento el 28.08.1988 a las 08:00 horas para iniciar las operaciones de rescate, se decide hacer un escape libre a pulmón usando los chalecos salvavidas steinke hood. Escape que habíamos estudiado en la Escuela de Submarinos, pero que nunca habíamos practicado. Fue la sapiencia del T1 Ars. (SS) Aurelio Bendezú, secundado por el T1 Mot.(SS) Juan Angulo que en base a sus conocimientos y experiencias en escapes y sembrado de FOES que se hacían en los operativos, luego de varias explicaciones e inducciones, estuvimos listos para realizar la hazaña.
Aquí hago un paréntesis, porque vino la parte difícil de esta acción. Quiénes serían los voluntarios para salir en el primer grupo de escape? Porque las posibilidades de llegar con vida a la superficie eran 50 y 50. Hago mención que el primer voluntario fue el Tte. 1° Franz Goméz quien dijo “yo confío en Aurelio y si llego sin vida a la superficie, es mi responsabilidad, pero por lo menos lo intenté”, luego siguieron otros hombres, como el Tte. 2° Christian Lindley, el T3 Eco (SS) Luis Monzón y el OM2 Mot. (SS) Alberto Reyes Vilca.
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Oficial submarinista Roger Cotrina |
Se formaron grupos de escape de 4 personas, pero en dos de los grupos irían 5 personas.
Al final de los escapes y cuando salieron todos los submarinistas, el saldo fue de un tripulante fallecido, el OM2 Rad. (SS) Carlos Grande Rengifo perdió la vida en la superficie a causa de una embolia cerebral, los otros 21 hombres con problemas de descompresión.
Luego de ser trasladados hacia la Base de Submarinos en las embarcaciones (lanchas) de la Fuerza de Superficie, fuimos internados en la Base de Buceo y Salvamento de la MGP para ser despresurizados en grupos en las cámaras hiperbáricas.
Grande fue mi sorpresa al llegar a la Base de Submarinos y ver a Oficiales y tripulantes de todas las unidades submarinas esperándonos para abrazarnos, saber de nosotros y ver a sus hermanos llegar con vida. Siendo sábado, dejaron a sus familias para acudir en nuestra ayuda.
Son 30 años de convivencia con problemas óseos, pero agradecidos a Dios por seguir con vida y pensar que cuando vinieron los especialistas en medicina submarina de los EE.UU. para estudiarnos (entre comillas), nos dijeron que solo viviríamos 10 años más. A Dios gracias, se equivocaron.
Ahora 30 años después y como todos los años nos congregamos para rendirles un sincero y sentido homenaje a nuestros héroes bajo la tutela de nuestra Institución, la Marina de Guerra del Perú y también de la Comandancia de la Fuerza de Submarinos.
Aún vivimos impregnados de la brisa marina, del olor a petróleo y aceite, olores característicos dentro de un submarino, pero recuerdo que navegar a bordo del Pacocha era algo espectacular. Era convivir con profesionales del mar comprometidos con la Patria y con su unidad, desde el Capitán hasta el tripulante de menor rango trabajábamos sincronizadamente porque no había margen para el error durante una navegación o ejercicio en la mar.
El BAP. “Pacocha” fue motivo de orgullo no solo para la Fuerza de Submarinos, también lo fue para los Ingenieros y operarios del Servicio Industrial de la Marina (SIMA-Callao) porque gracias a ellos y a los miembros de la primera dotación se reactivó el submarino luego de ser traído desde los Estados Unidos de N.A.
Ahora quisiera tener las palabras precisas para terminar este pequeño relato, pero después de 30 años aún tengo en mi mente, como si fuera ayer cada instante vivido a bordo del submarino Pacocha, antes, durante y después del hundimiento del mismo. Desearía hablar de cada uno de mis camaradas de armas, a quienes conocía muy bien al haber convivido con ellos durante varios años. Pero lo único que puedo decir, es que doy gracias a Dios por habernos dado una oportunidad de vida y estoy seguro que los hermanos que partieron en patrulla eterna ese 26 de agosto están a la diestra de nuestro Señor.
Gracias nuevamente a los Oficiales y tripulantes de la Fuerza de Submarinos, de la Fuerza de Superficie, al Servicio de Buceo y Salvamento, a la Fuerza de Operaciones Especiales, a la Fuerza de Aviación Naval, a los médicos y enfermeros(as) de los hospitales de la Base Naval y del Centro Médico Naval y a las hermanas de la Orden de las Hermanas de la Misericordia con su Beata María de Jesús Crucificado Petcovic, al haber contribuido durante el rescate, recuperación y curación de los miembros de la tripulación del BAP. “Pacocha”. Una mención especial a los oficiales y tripulantes del Servicio de Buceo y Salvamento por lograr la hazaña de reflotar al submarino después de 11 meses de haber permanecido hundido.
Hoy 26 de agosto de 2018 nos congregamos desde muy temprano en el distrito de La Punta para el develamiento de una placa recordatoria en memoria del Tte. 1° AP Luis Roca Sara con la asistencia del Comandante General de Operaciones del Pacífico Vicelamirante Fernando Cerdán Ruiz, el Inspector General de la Marina Vicealmirante James Thornberry Schiantarelli y el Director General de Personal de la Marina Vicealmirante Jorge Millones Gonzales, todos ellos submarinistas. También estuvieron presentes los familiares de los deudos, Oficiales y personal Subalterno de la Fuerza de Submarinos y los Oficiales y Tripulantes sobrevivientes del submarino Ex-BAP. “Pacocha”.
En la ceremonia hicieron uso de la palabra el Vicealmirante Fernando Cerdán y el C.de F. (r) Roger Cotrina Alvarado y por parte de los familiares del Tte. 1° Luis Roca Sara, su señor padre el Sr. Luis Roca quien estaba acompañado de su esposa la Sra. Virginia Sara y sus hijos.
Posteriormente todos nos dirigimos a la Catedral Castrense Stella Maris para asistir a la misa oficiada por el Obispo Castrense Monseñor Juan Carlos Plasencia y con la asistencia del Comandante General de la Marina Vicealmirante Gonzalo Ríos Polastri.
Posteriormente se formaron dos comisiones para dirigirnos a los cementerios El Angel y La Planicie para llevar ofrendas florales a las tumbas de los Oficiales y Tripulantes fallecidos.
El 27.08.2018 una comisión a cargo del Comandante de la Fuerza de Submarinos, irán en una embarcación a la zona del hundimiento para rendir un homenaje donde perdieron la vida nuestros hermanos caídos hace 30 años. Luego nos dirigiremos al Instituto de Educación Superior Tecnológico Naval (CITEN), para el develamiento de una placa recordatoria en memoria del Técnico Rigoberto Gonzales Pisfil y los Oficiales de Mar Juan Oré Rojas y Carlos Grande Rengifo.
Estas actividades han servido para que la Marina de Guerra del Perú a través del Alto Mando Naval muestre su cariño, respeto y admiración hacia los tripulantes y familiares de los deudos del submarino Pacocha.
Los miembros del Alto Mando Naval en sus alocuciones coincidieron que las acciones del personal abordo del submarino Pacocha es un ejemplo de dedicación, profesionalismo y amor al prójimo para las nuevas generaciones de submarinistas peruanos.
Viva el Submarino Pacocha…!!!
Viva la Fuerza de Submarinos…!!!
Viva la Marina de Guerra del Perú…!!!
Viva el Perú…!!!
Autor:
Hilton Raúl Sandoval Palacios
Técnico Radio-Comunicante (SS)
Sobreviviente
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