Como guardianes de la vida humana en el mar y mecánicos subacuáticos de los buques nacionales, los Buzos de Salvataje deben manejar todos lo...
Como guardianes de la vida humana en el mar y mecánicos subacuáticos de los buques nacionales, los Buzos de Salvataje deben manejar todos los talentos de un mecánico normal, pero además deben poder desarrollarlos bajo el agua, 800 veces más densa que el aire natural.
Desde Control de Reacción hasta Soldadura Submarina aprenden los aspirantes a especialistas en Buceo de Salvataje, quienes deben cursar 2 años en la Escuela de Buceo, para certificarse como tales. El Jefe de la Escuela, Capitán de Fragata OM Jesús Sáez define la labor de los buzos de salvataje como “salvaguardar la vida humana en el mar, sobre todo en los periodos estivales y, además, somos Mecánicos Buzos de Salvataje y en caso de un siniestro marino, el buzo está capacitado para obturar una unidad”.
De esta manera, un buzo de salvataje debe aprender para su doble función una serie de áreas técnicas que le permiten construir y reparar los buques, como lo son la soldadura submarina, cálculos fundamentales de salvataje y reflotamiento, estabilidad, matemática, física, control de averías, junto a otras más. La segunda área académica de esta formación comprende un programa de acondicionamiento físico permanente y de alto nivel, acompañado de las enseñanzas propias del buceo, como la medicina, física y fisiopatología aplicadas, procedimientos de descompresión, teoría de salvataje, entre otras.
{mosimage}En la preparación psicológica, se somete a los futuros buzos a una constante presión, en este punto, el Comandante Sáez relata que una de las pruebas más difíciles que deben pasar los estudiantes es, precisamente, el Control de Reacción, el cual consiste en que “al alumno se le somete durante 3 minutos a una presión física y psicológica extrema, para que, al ir a salvar a una persona o cuando tenga problemas con su equipo a profundidad, sepa mantener el control sobre sus emociones y lleve a cabo la tarea con éxito”. Según el Marinero Orientado a Buzo, Reinaldo Allende, “muchos no pasan esa prueba y deben retirarse del curso, porque tienes a 2 instructores que te llevan al límite de la desesperación y uno tiene que controlarse, hay que tener mucha fuerza mental”.
El Marinero Reinaldo Allende, primera antigüedad de su generación, ya está en el segundo año de su formación como Buzo y cuenta que lo que más le gusta “es estar debajo del agua, sentirme libre, como volando, aún con el traje de buzo más pesado”.
Por su parte, el Suboficial Luis Salinas ya lleva 27 años como Buzo de Salvataje y hoy se encarga de los temas administrativos de la Escuela de Buceo, además de ser instructor de la misma. Aunque su amor por la especialidad se mantiene incólume, el Suboficial Salinas admite que es un trabajo muy difícil, sobre todo en el área de rescate marítimo, ya que “lamentablemente hay muchos casos de dolor debido a que nos toca recuperar cuerpos desde el mar. Este es un trabajo muy chocante, tengo compañeros que han quedado con recuerdos traumáticos para el resto de su vida. Hay que asumir que lo que se ve no se olvida, pero que al mismo es reconfortante porque también tenemos oportunidad de rescatar a las personas”.
El Sargento 2º Santiago Gutiérrez es instructor de las asignaturas de buceo en profundidad y gas mezclado. Esta última es relativamente nueva y el Sargento Gutiérrez asegura que “hace un tiempo, los buzos sólo podían sumergirse con aire comprimido, pero ahora entró en vigencia el gas mezclado. Con una máquina especial mezcladora yo les enseño a combinar distintos gases, para trabajar con Nitrox, Trimix y Heliox, los que permiten bajar a mayores profundidades, evitando la nitronarcosis que se produce con el aire comprimido a más de 30 metros”.
Las Partidas de Salvataje son las que agrupan a los especialistas de Buceo para coordinar todas sus labores. Existe una en cada Zona Naval, además de una en Puerto Williams, dependiente de la III Zona. El Teniente 1º Mauricio Hadida es el Jefe de la Partida de Salvataje de la I Zona Naval y según cuenta, su función principal es “mantener el personal organizado, entrenado y concentrado para efectuar operaciones de salvataje en tiempo de paz y de guerra”. En este objetivo es que se movilizan, “cada vez que el Comando de Operaciones, Rescate y Salvataje (CORSA) de cada Zona lo dispone para ir en ayuda de las Unidades Navales y de la comunidad, en el caso de los rescates”.
Como explica el Teniente Hadida, entre sus labores se encuentran “el apoyo con trabajos submarinos de mantenimiento a los buques, toma de exámenes a buzos profesionales, así como participación en la instrucción de los alumnos en curso; rebuscas de embarcaciones y personal desaparecido, rescates en el Periodo Estival, trabajo conjunto con otras instituciones, como la Policía de Investigaciones, con buceos inspectivos a naves arraigadas y rebuscas de evidencias en lugares acuáticos bajo investigación”. Además realizan constantemente la mantención de mareógrafos y correntómetros insulares, a lo largo del país.
“La especialidad de Buzo de Salvataje es una capacidad operativa de la Armada”
El Contraalmirante Carlos Fanta, actual Director de ASMAR es también el Buzo de Salvataje más antiguo en servicio activo, experiencia que lo lleva a asegurar que esta especialidad es “una capacidad operativa de la Armada, porque nos permite tener la seguridad de que cuando los buques se averían, son rápidamente reparados y restaurados a su nivel operativo”. Esto ha quedado demostrado en la gran cantidad de salvatajes de naves en la historia naval, de los cuales uno de los más emblemáticos es el caso de la Barcaza LST 93 “Valdivia” en 1996, cuyo éxito se demuestra en que “la tenemos aquí en el Molo en perfectas condiciones”. Asimismo, para el Contraalmirante, la especialidad es también “una capacidad de investigación y desarrollo para el futuro”.
Fuente : Revista Vigia (Chile)
De esta manera, un buzo de salvataje debe aprender para su doble función una serie de áreas técnicas que le permiten construir y reparar los buques, como lo son la soldadura submarina, cálculos fundamentales de salvataje y reflotamiento, estabilidad, matemática, física, control de averías, junto a otras más. La segunda área académica de esta formación comprende un programa de acondicionamiento físico permanente y de alto nivel, acompañado de las enseñanzas propias del buceo, como la medicina, física y fisiopatología aplicadas, procedimientos de descompresión, teoría de salvataje, entre otras.
{mosimage}En la preparación psicológica, se somete a los futuros buzos a una constante presión, en este punto, el Comandante Sáez relata que una de las pruebas más difíciles que deben pasar los estudiantes es, precisamente, el Control de Reacción, el cual consiste en que “al alumno se le somete durante 3 minutos a una presión física y psicológica extrema, para que, al ir a salvar a una persona o cuando tenga problemas con su equipo a profundidad, sepa mantener el control sobre sus emociones y lleve a cabo la tarea con éxito”. Según el Marinero Orientado a Buzo, Reinaldo Allende, “muchos no pasan esa prueba y deben retirarse del curso, porque tienes a 2 instructores que te llevan al límite de la desesperación y uno tiene que controlarse, hay que tener mucha fuerza mental”.
El Marinero Reinaldo Allende, primera antigüedad de su generación, ya está en el segundo año de su formación como Buzo y cuenta que lo que más le gusta “es estar debajo del agua, sentirme libre, como volando, aún con el traje de buzo más pesado”.
Por su parte, el Suboficial Luis Salinas ya lleva 27 años como Buzo de Salvataje y hoy se encarga de los temas administrativos de la Escuela de Buceo, además de ser instructor de la misma. Aunque su amor por la especialidad se mantiene incólume, el Suboficial Salinas admite que es un trabajo muy difícil, sobre todo en el área de rescate marítimo, ya que “lamentablemente hay muchos casos de dolor debido a que nos toca recuperar cuerpos desde el mar. Este es un trabajo muy chocante, tengo compañeros que han quedado con recuerdos traumáticos para el resto de su vida. Hay que asumir que lo que se ve no se olvida, pero que al mismo es reconfortante porque también tenemos oportunidad de rescatar a las personas”.
El Sargento 2º Santiago Gutiérrez es instructor de las asignaturas de buceo en profundidad y gas mezclado. Esta última es relativamente nueva y el Sargento Gutiérrez asegura que “hace un tiempo, los buzos sólo podían sumergirse con aire comprimido, pero ahora entró en vigencia el gas mezclado. Con una máquina especial mezcladora yo les enseño a combinar distintos gases, para trabajar con Nitrox, Trimix y Heliox, los que permiten bajar a mayores profundidades, evitando la nitronarcosis que se produce con el aire comprimido a más de 30 metros”.
Cómo se mueven
Las Partidas de Salvataje son las que agrupan a los especialistas de Buceo para coordinar todas sus labores. Existe una en cada Zona Naval, además de una en Puerto Williams, dependiente de la III Zona. El Teniente 1º Mauricio Hadida es el Jefe de la Partida de Salvataje de la I Zona Naval y según cuenta, su función principal es “mantener el personal organizado, entrenado y concentrado para efectuar operaciones de salvataje en tiempo de paz y de guerra”. En este objetivo es que se movilizan, “cada vez que el Comando de Operaciones, Rescate y Salvataje (CORSA) de cada Zona lo dispone para ir en ayuda de las Unidades Navales y de la comunidad, en el caso de los rescates”.
Como explica el Teniente Hadida, entre sus labores se encuentran “el apoyo con trabajos submarinos de mantenimiento a los buques, toma de exámenes a buzos profesionales, así como participación en la instrucción de los alumnos en curso; rebuscas de embarcaciones y personal desaparecido, rescates en el Periodo Estival, trabajo conjunto con otras instituciones, como la Policía de Investigaciones, con buceos inspectivos a naves arraigadas y rebuscas de evidencias en lugares acuáticos bajo investigación”. Además realizan constantemente la mantención de mareógrafos y correntómetros insulares, a lo largo del país.
“La especialidad de Buzo de Salvataje es una capacidad operativa de la Armada”
El Contraalmirante Carlos Fanta, actual Director de ASMAR es también el Buzo de Salvataje más antiguo en servicio activo, experiencia que lo lleva a asegurar que esta especialidad es “una capacidad operativa de la Armada, porque nos permite tener la seguridad de que cuando los buques se averían, son rápidamente reparados y restaurados a su nivel operativo”. Esto ha quedado demostrado en la gran cantidad de salvatajes de naves en la historia naval, de los cuales uno de los más emblemáticos es el caso de la Barcaza LST 93 “Valdivia” en 1996, cuyo éxito se demuestra en que “la tenemos aquí en el Molo en perfectas condiciones”. Asimismo, para el Contraalmirante, la especialidad es también “una capacidad de investigación y desarrollo para el futuro”.
Fuente : Revista Vigia (Chile)
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