La colisión del pesquero japonés contra el Pacocha, que contaba con una dotación de 52 hombres, se produjo a las 1840 horas por la banda de babor, ligeramente a popa del compartimiento de controles, causándole una vía de agua de 2.10 metros de largo por 10 centímetros de ancho en el casco resistente, hundiéndose así en tan sólo 7 minutos.
B.A.P. “PACOCHA” (SS-48)
El “Pacocha” era un submarino construido en EE.UU. en 1944, del tipo Flota, de la clase Balao, que posteriormente fue modificado al tipo Guppy 1-A y adquirido por el Gobierno Peruano en 1974. Entre sus características básicas contaba con una eslora de 306 pies, una manga de 27 pies desplazando 2,412 toneladas en inmersión.
La colisión del pesquero japonés contra el Pacocha, que contaba con una dotación de 52 hombres, se produjo a las 1840 horas por la banda de babor, ligeramente a popa del compartimiento de controles, causándole una vía de agua de 2.10 metros de largo por 10 centímetros de ancho en el casco resistente, hundiéndose así en tan sólo 7 minutos. Posteriormente la Autoridad Marítima, encargada por ley de la investigación de siniestros, determinó que el abordaje se produjo como consecuencia de grave negligencia por parte del Capitán del pesquero japonés, probándose que incumplió 7 reglas básicas del Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes en la Mar y que faltó a más de 6 Convenios de Actividades en la Mar.
Después del accidente permaneciendo flotando en el mar 3 oficiales y 23 tripulantes, que lograron saltar al mar después del impacto, de los cuales 3 tripulantes por causas desconocidas, posiblemente por golpes sufridos y cansancio, desaparecieron, declarándose posteriormente desaparecidos
Después del accidente permaneciendo flotando en el mar 3 oficiales y 23 tripulantes, que lograron saltar al mar después del impacto, de los cuales 3 tripulantes por causas desconocidas, posiblemente por golpes sufridos y cansancio, desaparecieron, declarándose posteriormente desaparecidos
En el interior del submarino se encontraban atrapados en los compartimentos de Puesto Central (Comando), Baterías Proa y Torpedos Proa un total de 4 oficiales y 18 tripulantes, a 42 metros de profundidad con 11º de escora a babor en un fondo fangoso frente al Puerto del Callao. El Oficial atrapado más antiguo era el Teniente primero Roger Cortina, el cuál dispuso como primera acción lograr la estanqueidad total de los compartimentos de proa, así como liberar la boya de marcar; después de casi 2 horas del accidente, siendo las 2030 horas se eyecta una bomba iluminante roja y se lleva a cabo la primera reunión con el personal, dándose diversas instrucciones como la de efectuar el mínimo de esfuerzo físico para generar menos CO2, verificar el estado de los equipos de escape y establecer patrullas periódicas para detectar oportunamente cualquier alteración de las condiciones de los compartimentos estancos.
En la superficie todavía se encontraban los sobrevivientes flotando en el mar, el punto más cercano a tierra oscilaba entre las 4,000 y 5,000 yardas, el pesquero japonés se encontraba a menos de 1 milla del punto de colisión, sin pérdida de estanqueidad y con sus máquinas paradas conservando su capacidad de propulsión, sin prestar atención a los silbatos y los gritos de auxilio, limitándose solamente a iluminar la zona, prefiriendo dedicarse a revisar sus averías en lugar de prestar ayuda, esta falta de humanidad le costo la vida a los 3 tripulantes que desaparecieron durante la espera de rescate; ni siquiera comunicó a la Autoridad Marítima sobre el incidente, solo se limitó a llamar a su agente, la Japan Tuna, los mismos que recién a 1930 horas informan a la Capitanía de Puerto sobre un posible accidente. A las 2130 horas, después de casi 3 horas del siniestro, se inician las tareas de rescate de los primeros sobrevivientes que cayeron al mar, culminando a las 2243 horas.
En el submarino, a las 2300 horas, una patrulla detectó pequeñas explosiones en incendios en Baterías Popa, que se encontraba casi totalmente inundado, así como pequeñas fugas de gas cloro, decidiéndose cerrar, por precaución, la puerta estanca entre los compartimentos de Puesto Central y Baterías Popa. Luego, a las 0000 horas, se tuvo el primer contacto con los buzos del Servicio de Salvamento de la Marina de Guerra del Perú por medio de golpes en el casco, empleando el código morse, haciéndoles saber a los sobrevivientes que se encontraba en camino una Campana de Rescate de la Marina Norteamericana; después, durante la madrugada, se envían diversos mensajes a la superficie indicando la situación del submarino por medio del eyector de señales. Siendo las 0400 horas se siente enrarecido el ambiente en Baterías Proa, con muestras de cloro, por lo que se tuvo que sellar también la puerta estanca entre este compartimiento y Torpedos Proa, limitándose así el espacio vital solamente al compartimiento de Torpedos Proa.
En la superficie todavía se encontraban los sobrevivientes flotando en el mar, el punto más cercano a tierra oscilaba entre las 4,000 y 5,000 yardas, el pesquero japonés se encontraba a menos de 1 milla del punto de colisión, sin pérdida de estanqueidad y con sus máquinas paradas conservando su capacidad de propulsión, sin prestar atención a los silbatos y los gritos de auxilio, limitándose solamente a iluminar la zona, prefiriendo dedicarse a revisar sus averías en lugar de prestar ayuda, esta falta de humanidad le costo la vida a los 3 tripulantes que desaparecieron durante la espera de rescate; ni siquiera comunicó a la Autoridad Marítima sobre el incidente, solo se limitó a llamar a su agente, la Japan Tuna, los mismos que recién a 1930 horas informan a la Capitanía de Puerto sobre un posible accidente. A las 2130 horas, después de casi 3 horas del siniestro, se inician las tareas de rescate de los primeros sobrevivientes que cayeron al mar, culminando a las 2243 horas.
En el submarino, a las 2300 horas, una patrulla detectó pequeñas explosiones en incendios en Baterías Popa, que se encontraba casi totalmente inundado, así como pequeñas fugas de gas cloro, decidiéndose cerrar, por precaución, la puerta estanca entre los compartimentos de Puesto Central y Baterías Popa. Luego, a las 0000 horas, se tuvo el primer contacto con los buzos del Servicio de Salvamento de la Marina de Guerra del Perú por medio de golpes en el casco, empleando el código morse, haciéndoles saber a los sobrevivientes que se encontraba en camino una Campana de Rescate de la Marina Norteamericana; después, durante la madrugada, se envían diversos mensajes a la superficie indicando la situación del submarino por medio del eyector de señales. Siendo las 0400 horas se siente enrarecido el ambiente en Baterías Proa, con muestras de cloro, por lo que se tuvo que sellar también la puerta estanca entre este compartimiento y Torpedos Proa, limitándose así el espacio vital solamente al compartimiento de Torpedos Proa.
A las 0700 horas el ambiente interior desmejoraba, la presión aumentaba, el aire se hacía cada vez más pesado y aparecían las primeras indicaciones de gases tóxicos como CO2 y cloro; las pilas de las linternas de emergencia se encontraban casi agotadas, y por otro lado disminuía la resistencia del personal, es así que se decide comunicar a la superficie que ya no podían esperar el arribo de la Campana de Rescate, fijado aproximadamente a las 2000 horas del mismo día, y que iban a efectuar la operación de escape por el método de ascensión boyante por medio de la torre de escape del compartimento; decisión que hizo suya la Autoridad Naval a cargo del rescate.
A las 1110 horas del día 27 de Agosto, escapa el primer grupo compuesto de 3 sobrevivientes, después escapó la totalidad de la tripulación en los siguientes 4 grupos más, culminando el escape a las 1610 horas. Durante el mismo se suscitaron diversos inconvenientes como la traba en 2 ocasiones de la puerta lateral de la torre de escape, la cual fue liberada por el personal de buzos en la primera ocasión, y en la segunda, se encontraban efectuando escape el último grupo, el mismo que se encontraba más fatigado y afectado por la presión interna que causa el evacuar y drenar la torre de escape al interior del compartimiento después de cada escape; es así que el tiempo era vital y ante una puerta lateral totalmente trabada los buzos reciben la orden de abrir la escotilla superior de esta torre forzando así el escape. De los 22 hombres atrapados en el submarino falleció un tripulante por presentar, después del escape, serios problemas neurológicos y descompensación hemodinámica.
Al año siguiente, después de un trabajo titánico de más de 11 meses, se logra el reflotamiento del B.A.P. “Pacocha” a cargo del Servicio de Salvamento de la Marina de Guerra del Perú.
A las 1110 horas del día 27 de Agosto, escapa el primer grupo compuesto de 3 sobrevivientes, después escapó la totalidad de la tripulación en los siguientes 4 grupos más, culminando el escape a las 1610 horas. Durante el mismo se suscitaron diversos inconvenientes como la traba en 2 ocasiones de la puerta lateral de la torre de escape, la cual fue liberada por el personal de buzos en la primera ocasión, y en la segunda, se encontraban efectuando escape el último grupo, el mismo que se encontraba más fatigado y afectado por la presión interna que causa el evacuar y drenar la torre de escape al interior del compartimiento después de cada escape; es así que el tiempo era vital y ante una puerta lateral totalmente trabada los buzos reciben la orden de abrir la escotilla superior de esta torre forzando así el escape. De los 22 hombres atrapados en el submarino falleció un tripulante por presentar, después del escape, serios problemas neurológicos y descompensación hemodinámica.
Al año siguiente, después de un trabajo titánico de más de 11 meses, se logra el reflotamiento del B.A.P. “Pacocha” a cargo del Servicio de Salvamento de la Marina de Guerra del Perú.
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