La historia de esta nave comienza el dĆa 13 de enero de 1921, cuando se coloca su quilla en la factorĆa de la Sociedad EspaƱola de Construcc...
La historia de esta nave comienza el dĆa 13 de enero de 1921, cuando se coloca su quilla en la factorĆa de la Sociedad EspaƱola de Construcción Naval de Cartagena. Ocupó el quinto lugar en una familia de seis, la conocida serie “B”. Fueron estos los primeros submarinos construidos en EspaƱa para nuestra Armada.
Cuatro aƱos de trabajos concluyen, y el 4 de abril de 1925 el submarino es puesto a flote. Tras las pertinentes pruebas, la nave se incorpora a la Flota, causando alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada el 31 de diciembre de 1925.
Los aƱos siguientes, como sus hermanos, los pasarĆa sirviendo a nuestro paĆs en aquellos tiempos de paz relativa.
La llegada de la Guerra Civil sorprendió al B-5 en su base, allĆ estaba adscrito junto con su gemelo B-6 y la serie “C” al completo, en la llamada División de Cartagena.
El dĆa 20, la base de Cartagena es asaltada y los oficiales apresados, la mayorĆa serĆan asesinados el 14 de agosto, acusados de apoyar a los sublevados.
Tres dĆas despuĆ©s, el 23 de julio, el B-5 y el C-2 parten rumbo a MĆ”laga para reunirse con sus compaƱeros que tenĆan allĆ su base de avanzadilla. A su llegada, el comandante y su segundo, T.N. ArbolĆ, son detenidos y mĆ”s tarde fusilados.
En este nuevo destino se hace cargo de la nave el C.C. don Carlos Barreda Terry, quien fue obligado a aceptarlo, y quedó supeditado al control del comitĆ© polĆtico impuesto por el Gobierno Republicano.
El comandante estuvo vigilado por la tripulación y por el comitĆ©, con el que tuvo no pocos problemas. De marcados ideales monĆ”rquicos habĆa comentado en varias ocasiones que de no poder pasarse de bando, se limitarĆa a no atacar objetivos nacionales, y que si esto no fuera posible, procederĆa al sabotaje del buque. El jefe de la Flotilla, en MĆ”laga, T.N. don Remigio Verdia recibió quejas del comitĆ© polĆtico respecto al comandante Barreda, afirmando que no se ocupaba de sus obligaciones.En la penĆŗltima salida del B-5, se produjo un incidente que vino a confirmar las intenciones del comandante, (o al menos eso opinaba el comitĆ©), estos afirmaban que el comandante habĆa intentado auto hundir la nave, dejando el timbre de inmersión en el puente, de manera que el cable que lo comunicaba con la cĆ”mara de mando impedĆa que la escotilla se cerrara. Al hacer inmersión, entró mucho agua, teniendo que salir soplando los lastres y salvando la nave de milagro.
Aunque se le dijo a la tripulación que el incidente se debió a un descuido, y Barreda continuó al mando, el jefe de la Flotilla no pensaba lo mismo. Con esta difĆcil situación a bordo, zarpó para la que serĆa su Ćŗltima patrulla.
El dĆa 12 de octubre, un hidroavión nacional descubre un submarino en superficie y procede a atacarlo, el submarino hace inmersión rĆ”pidamente y el avión lanza sus bombas y cargas de profundidad sobre la zona del objetivo. El lugar aguas de Estepona (MĆ”laga). Los pilotos del hidro no pueden ver los resultados de su ataque y este no es comunicado por el Estado Mayor hasta el 10 de noviembre.
Parece claro que se trataba del B-5, pues bien pudiera estar en esa zona y no se volvió a saber de Ć©l. AsĆ, casi todas las fuentes documentales que hemos consultado coinciden en que el submarino atacado fue efectivamente el B-5. Lo que no parece muy probable, es que este se hundiera como consecuencia de las bombas del hidro. Algunas hipótesis apuntan a que el comandante aprovechó la ocasión del avistamiento del aparato enemigo, para ordenar una inmersión profunda que no pudo ser controlada y el submarino naufragó. TambiĆ©n un fallo mecĆ”nico pudo ser la causa, pues el submarino hacĆa agua a 15 metros por averĆas, segĆŗn se recoge en el informe de unas pruebas realizada dĆas antes de su salida. Esto, hacĆa que su cota de seguridad fuera muy reducida. De lo que no hay duda es de la desaparición de sus 37 tripulantes y de las consecuencias que esto tuvo en el resto de la flota submarina.
No es esta la historia de un submarino famoso por sus hundimientos, ni su comandante se destacó como un As de los submarinos, aquà no encontraremos las historias de la I y II guerras mundiales de las que casi siempre leeremos sobre sus hazañas. Es mÔs, no hemos encontrado ninguna referencia que indique que esta nave participase en ningún ataque al enemigo.
Pero en Websubmarinos nos preocupamos por mostrar el drama humano de las dotaciones y sus vivencias y el lector estarÔ de acuerdo, que en esta historia la situación que se vivió a bordo es cuando menos terrible.
Nadie puede contarnos lo que allĆ sucedió, pero no es difĆcil imaginar que las tensiones entre comitĆ© y comandante, por el hecho de que este fuese de ideologĆa diametralmente opuesta, suponen en un submarino un peligro mayor que en cualquier otra nave. Y todo dentro de una guerra civil en la que se enfrentan hermanos contra hermanos.
Quedan en el aire muchas incógnitas: ¿Fue auto hundido por su comandante?, y si asĆ sucedió, ¿fue para este, su ideologĆa, suficiente motivo para asesinar a toda la dotación? Por el contrario ¿fue el avión quiĆ©n acabó con sus vidas? o ¿se trató simplemente de un accidente?. Estas incógnitas no tienen respuesta, y quizĆ” no la tengan jamĆ”s, pero nos hacen reflexionar sobre la situación que vivieron en este paĆs nuestros compatriotas en una EspaƱa dividida. Como saben todos los que leen Websubmarinos, no nos importan ideologĆas, solo la historia de estas armas y sus hombres.
Por ello sólo nos resta decir: "Descansen en paz..."
La Ballena “Cazadora”
PodrĆamos muy bien comenzar asĆ, un artĆculo sobre un cetĆ”ceo, pero no, en este caso nos ocupa un avión muy especial: el Dornier Do. J “Wal” (Ballena), era conocido asĆ por su considerable tamaƱo y la graciosa pancilla visible una vez fuera del agua.
Un poco de historia:
Tras finalizar la I Guerra Mundial el Sr. Claudius Dornier (1884-1969), empezó a proyectar varias hidrocanoas con casco central enteramente metĆ”lico, pero a pesar de que las primeras pruebas de dichos aparatos fueron un Ć©xito, tenĆa un grave problema en contra: El Tratado de Versalles (28/06/1919), en el que como de todos es conocido, se vetaba a Alemania, la construcción de cualquier vehĆculo susceptible de ser utilizado con fines militares.
AdelantĆ”ndose a su Ć©poca y aprovechĆ”ndose de vericuetos legales, fundó en Italia la empresa CMASA (Construzioni Meccaniche Aeronautiche S.A.), de cuyos angares saldrĆa el primer Do. J “Wal”, el 6 de noviembre de 1922.
La versión militar:
Este hidro diferĆa de su variante civil, en la inclusión de varios puestos de ametralladora; normalmente uno en proa y otro en popa, que estaban artillados con 2 ametralladoras de 7´7 mm, ademĆ”s tambiĆ©n podĆa transportar hasta 250 Kg. De bombas, ademĆ”s de poseer mĆ”s potencia sus motores.
Los buenos resultados en las distintas pruebas llevaron a que la Armada EspaƱola (AeronƔutica Naval) fuese el primer cliente de Dornier, entregƔndose la primera unidad en 1923.
Los Dornier en EspaƱa:
Los primeros pasos de estos magnĆficos aparatos en nuestro paĆs llegaron de la mano de CASA (Construcciones AeronĆ”uticas S.A.), que fue la encargada de construir varias unidades que mĆ”s tarde se usarĆan en La Guerra Civil. Unos aƱos antes de iniciarse el conflicto en nuestro paĆs Dornier sacó una evolución del avión mĆ”s grande de tamaƱo y con el doble de potencia (Rolls Royce Cóndor de 600Hp) . EspaƱa a travĆ©s de CASA, construirĆa tambiĆ©n varias unidades del SĆŗper “Wal”.
La “Ballena” guerrera:
La Armada EspaƱola empleó varios “Wal” durante la CampaƱa de Marruecos en 1923, pero donde realmente se puso a prueba su capacidad como avión “todo tiempo” fue en La Guerra Civil EspaƱola, en la que ambos bandos contaban con varios aparatos. La RepĆŗblica contaba con unos 10 aparatos distribuidos entre las bases de Barcelona, San Javier y Mahón, mientras que Los Nacionales disponĆan de un nĆŗmero indeterminado de aparatos; aunque la lista creció al reparar los que se encontraban en los talleres de CASA de CĆ”diz cuando estalló el conflicto.
Las funciones de estas “Ballenas” eran de patrulla marĆtima y transporte de tropas, ademĆ”s de escolta de convoyes.
En una de estas salidas marĆtimas un “Wal” Nacional dio caza al submarino Republicano “B-5”.
CaracterĆsticas:
Do.J WAL | |
Envergadura: | 22'50 m. |
Longitud: | 17'25 m. |
Altura: | 5'20 m. |
Superficie Alar: | 96 m2. |
Motor: | 2 x Hispano Suiza de 300 CV o |
Peso en VacĆo: | 3.560 Kg |
Peso MƔximo: | 5.700 Kg |
Velocidad MƔxima: | 180 Km/h. |
Velocidad Crucero: | 140 Km/h. |
Alcance: | 1.800 Km |
Techo Operativo: | 3500 m. |
Para comenzar explicaremos en que consiste el indicativo en un avión: es el equivalente a la matrĆcula de los vehĆculos que circulan por las carreteras; suele consistir en un nĆŗmero o una serie de letras o una combinación de ambas y por tanto sirve para identificar un aparato junto con la bandera o emblemas que puede portar en la cola, en el fuselaje o en las alas.
En el caso de la Guerra Civil EspaƱola el indicativo del lado Republicano era: HD y en el lado Nacional: 70.
Algunas curiosidades:
Durante los aƱos veinte, establecieron varios rĆ©cords, en cuanto a transporte de cargas que iban desde los 250 Kg. A los 2.000 Kg., ademĆ”s el “Wal” bautizado como “Plus Ultra”, realizó en 1926 la hazaƱa de cruzar el AtlĆ”ntico a los mandos de Ramón Franco.
También cabe destacar que el explorador noruego Roald Admnsen usó en 1925 dos de estos aparatos para realizar una expedición desde Spitzbergen al Polo Norte, quedando patente la capacidad y polivalencia del aparato a pesar de haber perdido uno de ellos el que portaba el numeral: (N-24).
MĆ”s tarde junto con el SĆŗper Wal, establecerĆan entre Europa y SudamĆ©rica varias lĆneas de transporte de pasajeros, es decir un montón de proezas para una simple “Ballena”.
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