La Armada española acaba de adquirir de la francesa un contenedor de los usados a bordo de los submarinos para realizar operaciones especial...
La Armada española acaba de adquirir de la francesa un contenedor de los usados a bordo de los submarinos para realizar operaciones especiales

La Armada española acaba de adquirir de la francesa un contenedor de los usados a bordo de los submarinos para realizar operaciones especiales. El “artilugio”, conocido en la terminología de la OTAN como DDS ( Dry Deck Shelter), fue diseñado en su día por la Marine Nationale para ser instalado en la cubierta de los submarinos del tipo Agosta, que lo han montado provisionalmente en ocasiones. La Armada española, que nunca dispuso de semejante “artilugio” en ningún submarino de ninguna época, ha adquirido ahora este nuevo equipo con el fin de aumentar las capacidades de sus submarinos de la Serie 70 ( Galerna, Siroco, Mistral y Tramontana), en misiones que impliquen el desembarco de comandos operando desde submarino, que es además una de las misiones más importantes de los mismos.
En el interior de este contenedor de forma cilíndrica e hidrodinámica y cuyas medidas son de 7,20 metros de largo por 1,40 de alto, podrán estibarse todos los equipos necesarios de un comando de operaciones especiales, tales como la zodiac, con su correspondiente motor fuera borda y tanque de combustible, mochilas y víveres e incluso armamento portátil, etc. Al llegar en inmersión a la zona prevista del golpe de mano, el submarino emerge y en cuestión de unos pocos minutos, los comandos tienen disponible todo su material en la propia cubierta del submarino, tras haber viajado en el interior del DDS, que por supuesto es estanco y resiste a la presión de la máxima cota que alcanza el submarino portador. El viaje desde la base de submarinos de Brest donde se encontraba hasta Cartagena, lo hizo en diversas etapas y de distinto modo, pues en el puerto francés fue estibado a bordo de la toldilla de la fragata española Andalucía, que lo desembarcó en El Ferrol, continuando viaje desde ese Arsenal hasta Cartagena por carretera. Eso indica que, en un momento dado, puede ser instalado a bordo de un submarino sin necesidad de que éste se encuentre en su base, sino que es transportable al punto de la geografía que se desee.

La adquisición por parte de la Armada española del DDS, en el que la maniobra de apertura y cierre de su única puerta (de forma de escotilla), tiene lugar hidráulicamente, la coloca en esa materia a la altura de las pocas naciones que poseen elementos semejantes, como la Armada norteamericana que dispone en la actualidad de alguna unidad similar con la que equipa a sus submarinos de la clase Los Angeles.

Los DDS americanos se diferencian del mencionado en que están conectados con el submarino nodriza de tal forma que los comandos pueden acceder a su interior sin necesidad de emerger el submarino, desde esta situación los buzos tienen la capacidad de salir al exterior y desplegarse en la zona utilizando incluso un SDV (Swimmer Delivery Vehicle), un mini-submarino que los transportará hacia el lugar de la incursión sin que le submarino deba acercarse demasiado (principalmente por la dificultad que tiene de hacerlo un submarino nuclear de este tipo).
Los submarinos de la Serie 70 fueron diseñados para buscar y destruir submarinos y barcos enemigos, recopilar información para inteligencia y servir de soporte a las fuerzas especiales, y es en este último campo donde la inclusión del DDS puede incrementar el número de misiones a realizar, sin menoscabo de sus otras aptitudes al llevar el “equipaje” fuera
.
Una vez realizadas las modificaciones necesarias para equipar el DDS (anclajes necesarios, penetraciones eléctricas e hidráulicas etc.), nuestros submarinos podrán montar este “accesorio” siempre que sea necesario en cuestión de horas y (como se ha dicho) allá donde se encuentre el submarino, lo que multiplica la capacidad de nuestra Arma Submarina de manera notable.
En los teatros de operaciones actuales, parece cada vez más importante el aumentar las capacidades de los submarinos en este campo de las incursiones de las fuerzas especiales, como viene a demostrar la importante inversión americana en este sentido. Además de los submarinos tipo Los Angeles, han modificado antiguos submarinos de la clase Benjamín Franklin que incluyen dos DDS para duplicar la capacidad de despliegue al tiempo de duplicar la seguridad en caso de fallo en uno de ellos. En este sentido también se contempla el incluir la capacidad del DDS como un compartimiento propio del submarino, como en la nueva clase Virginia, lo que viene a ratificar la importancia cada vez mayor de este tipo de capacidad para los submarinos.


La Armada española acaba de adquirir de la francesa un contenedor de los usados a bordo de los submarinos para realizar operaciones especiales. El “artilugio”, conocido en la terminología de la OTAN como DDS ( Dry Deck Shelter), fue diseñado en su día por la Marine Nationale para ser instalado en la cubierta de los submarinos del tipo Agosta, que lo han montado provisionalmente en ocasiones. La Armada española, que nunca dispuso de semejante “artilugio” en ningún submarino de ninguna época, ha adquirido ahora este nuevo equipo con el fin de aumentar las capacidades de sus submarinos de la Serie 70 ( Galerna, Siroco, Mistral y Tramontana), en misiones que impliquen el desembarco de comandos operando desde submarino, que es además una de las misiones más importantes de los mismos.
En el interior de este contenedor de forma cilíndrica e hidrodinámica y cuyas medidas son de 7,20 metros de largo por 1,40 de alto, podrán estibarse todos los equipos necesarios de un comando de operaciones especiales, tales como la zodiac, con su correspondiente motor fuera borda y tanque de combustible, mochilas y víveres e incluso armamento portátil, etc. Al llegar en inmersión a la zona prevista del golpe de mano, el submarino emerge y en cuestión de unos pocos minutos, los comandos tienen disponible todo su material en la propia cubierta del submarino, tras haber viajado en el interior del DDS, que por supuesto es estanco y resiste a la presión de la máxima cota que alcanza el submarino portador. El viaje desde la base de submarinos de Brest donde se encontraba hasta Cartagena, lo hizo en diversas etapas y de distinto modo, pues en el puerto francés fue estibado a bordo de la toldilla de la fragata española Andalucía, que lo desembarcó en El Ferrol, continuando viaje desde ese Arsenal hasta Cartagena por carretera. Eso indica que, en un momento dado, puede ser instalado a bordo de un submarino sin necesidad de que éste se encuentre en su base, sino que es transportable al punto de la geografía que se desee.

La adquisición por parte de la Armada española del DDS, en el que la maniobra de apertura y cierre de su única puerta (de forma de escotilla), tiene lugar hidráulicamente, la coloca en esa materia a la altura de las pocas naciones que poseen elementos semejantes, como la Armada norteamericana que dispone en la actualidad de alguna unidad similar con la que equipa a sus submarinos de la clase Los Angeles.

Los DDS americanos se diferencian del mencionado en que están conectados con el submarino nodriza de tal forma que los comandos pueden acceder a su interior sin necesidad de emerger el submarino, desde esta situación los buzos tienen la capacidad de salir al exterior y desplegarse en la zona utilizando incluso un SDV (Swimmer Delivery Vehicle), un mini-submarino que los transportará hacia el lugar de la incursión sin que le submarino deba acercarse demasiado (principalmente por la dificultad que tiene de hacerlo un submarino nuclear de este tipo).
Los submarinos de la Serie 70 fueron diseñados para buscar y destruir submarinos y barcos enemigos, recopilar información para inteligencia y servir de soporte a las fuerzas especiales, y es en este último campo donde la inclusión del DDS puede incrementar el número de misiones a realizar, sin menoscabo de sus otras aptitudes al llevar el “equipaje” fuera
.
Una vez realizadas las modificaciones necesarias para equipar el DDS (anclajes necesarios, penetraciones eléctricas e hidráulicas etc.), nuestros submarinos podrán montar este “accesorio” siempre que sea necesario en cuestión de horas y (como se ha dicho) allá donde se encuentre el submarino, lo que multiplica la capacidad de nuestra Arma Submarina de manera notable.
En los teatros de operaciones actuales, parece cada vez más importante el aumentar las capacidades de los submarinos en este campo de las incursiones de las fuerzas especiales, como viene a demostrar la importante inversión americana en este sentido. Además de los submarinos tipo Los Angeles, han modificado antiguos submarinos de la clase Benjamín Franklin que incluyen dos DDS para duplicar la capacidad de despliegue al tiempo de duplicar la seguridad en caso de fallo en uno de ellos. En este sentido también se contempla el incluir la capacidad del DDS como un compartimiento propio del submarino, como en la nueva clase Virginia, lo que viene a ratificar la importancia cada vez mayor de este tipo de capacidad para los submarinos.

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