La flota canadiense de submarinos clase Victoria está envejeciendo y necesita ser reemplazada. El proceso de adquisición para reemplazar los submarinos ha sido lento y costoso. Ottawa está considerando opciones como el A26 sueco clase Blekinge como posible reemplazo de la clase Victoria.

The Royal Canadian Navy long-range patrol submarine HMCS Victoria (SSK 876) arrives at Naval Base Kitsap-Bangor for a port call and routine maintenance. The visit is Victoria's first to Bangor since 2004. (U.S. Navy photo by Lt. Ed Early/Released)
El submarino de patrulla de largo alcance HMCS Victoria (SSK 876) de la Marina Real Canadiense llega a la Base Naval Kitsap-Bangor para una escala y mantenimiento rutinario. Esta es la primera visita del Victoria a Bangor desde 2004. (Foto de la Marina de los EE. UU. por el Teniente Ed Early/Publicada)

La Armada de Canadá enfrenta un momento crítico ya que su envejecida flota de submarinos clase Victoria se ha convertido en una “creciente responsabilidad”.

-A medida que Rusia y China aumentan su presencia militar en el disputado Ártico, los submarinos obsoletos y plagados de problemas de Canadá están dejando expuesta la soberanía de la nación.

-El proceso de adquisición para un reemplazo está “tropezando”, Cargado de retrasos y sobrecostos.

-Ottawa está considerando opciones como el A26 sueco de clase Blekinge, pero no se espera una decisión final hasta 2026, lo que crea una peligrosa brecha de capacidad en un momento de creciente tensión global.

El submarino clase Victoria debe ser reemplazado

La necesidad de Canadá de reemplazar su anticuada flota de submarinos se ha agudizado. Con un orden internacional multipolar en aumento, y con el regreso de la competencia entre grandes potencias, los submarinos clase Victoria de la Marina Real Canadiense representan una carga cada vez mayor. Los submarinos acaban de cumplir 25 años de servicio y sufren continuas limitaciones operativas y problemas de mantenimiento. Las próximas decisiones sobre la adquisición de submarinos no solo influirán en la dirección de la futura capacidad naval de Canadá, sino que también condicionarán la capacidad del país para responder a nuevas amenazas y mantener su soberanía en importantes zonas marítimas. La flota de submarinos de Canadá ha alcanzado varios hitos importantes. El Proyecto Canadiense de Extensión de la Vida Útil de la Capacidad Submarina comenzó a finales de julio de 2025, lo que representa un paso importante hacia la modernización de la flota. El objetivo del programa era modernizar los submarinos de la clase Victoria y garantizar su relevancia operativa hasta mediados de la década de 2030. La iniciativa de Modernización de la Clase Victoria (VCM) consta de 13 proyectos distintos que se ejecutan en una plataforma unificada para brindar las capacidades esenciales requeridas por los submarinos de Canadá. Sin embargo, el proceso ha estado plagado de retrasos, sobrecostos y problemas relacionados con la supervisión política. Aunque el gobierno se ha comprometido a suministrar a la Armada nuevos submarinos , su cronograma de entrega se ha retrasado repetidamente y continúan las agrias discusiones sobre la naturaleza de los buques que Canadá necesita entre los analistas de defensa y los legisladores.

¿Submarino A26 al rescate?

Ottawa ha llegado a las primeras etapas del proceso de adquisición y está considerando varios reemplazos potenciales válidos para la clase Victoria. El A26 Blekinge-Class es el candidato favorito. El barco está optimizado para moverse en aguas poco profundas, así como en mar abierto, con su tecnología furtiva y sistemas de sonar. Con aproximadamente 60 metros de largo y 1800 toneladas de desplazamiento, el submarino está configurado para guerra antisubmarina, recopilación de inteligencia y operaciones especiales. Puede permanecer sumergido durante largos periodos gracias a su sistema de propulsión independiente del aire, una capacidad vital en las extensas y frías aguas del norte de Canadá.

Pero el A26 no está exento de inconvenientes. Los críticos advierten que el precio del programa podría superar las proyecciones actuales y generar una mayor demanda en un presupuesto de defensa ya ajustado. La integración de nuevas tecnologías y el entrenamiento de tripulaciones para el uso de sistemas complejos también representan desafíos importantes.

La Marina Real Canadiense se enfrenta a un desafío constante para la dotación de sus buques, y el despliegue de un mayor número de submarinos que requiere submarinistas altamente capacitados amenaza con agravar este problema. El plan de reclutamiento y entrenamiento también debe ser un aspecto integral del proceso de adquisiciones si la Marina quiere garantizar el despliegue eficaz de la nueva flota de submarinos.

¿Corea del Sur? Los submarinos de fabricación surcoreana son otra posibilidad. Los astilleros coreanos ofrecen submarinos avanzados con tecnología impresionante, incluyendo sistemas de sonar avanzados y tecnología furtiva. Sin embargo, sigue siendo una incógnita si son adecuados para Canadá y sus necesidades marítimas específicas. Diseñados para las estrechas aguas que rodean la península de Corea, estos submarinos podrían no ser adecuados para el vasto y diverso entorno marítimo canadiense, especialmente en el Ártico. Las lanchas patrulleras surcoreanas no tienen parangón en la guerra antisubmarina, pero podrían no ser suficientes para la necesidad de Canadá de realizar patrullas de largo alcance en entornos remotos y, a menudo, hostiles.

El camino a seguir para reemplazar la clase Victoria

De cara al futuro, el proceso de reemplazo de submarinos de Canadá se llevará a cabo en varias etapas, culminando con una decisión final del gobierno a mediados de 2026. Una vez que se decida la plataforma, las negociaciones del contrato con el proveedor seleccionado probablemente durarán al menos varios meses. Se espera que las primeras lanchas entren en servicio a principios de la década de 2030.

El cambiante entorno geopolítico es en sí mismo un factor importante que influye en la decisión de Ottawa. China y Rusia, por ejemplo, están realizando enormes inversiones en sus armadas y preparándose para competir en zonas disputadas como el Ártico. Esta región es cada vez más un foco de actividad militar, con rutas marítimas que se abren a medida que cambia el clima y se descubren metales preciosos. Sería ingenuo que Canadá no actuara con la máxima urgencia para mejorar sus capacidades navales en este cambiante entorno de amenazas. 

Cualquier falla en la rápida adquisición y despliegue de los activos navales pertinentes, ya sean rompehielos, submarinos o buques de combate de superficie con capacidad para el Ártico, Amenaza la capacidad de Canadá para preservar su soberanía en una región que se ha convertido cada vez más en un escenario de competencia entre grandes potencias. 

En el Indopacífico, Canadá acordó reforzar sus actividades navales junto con otros países con ideas afines, pero deberá mejorar sus capacidades. Sus submarinos clase Victoria, que son caza-fragatas, están significativamente obsoletos, lo que deja a Canadá expuesto en un momento en que el poder marítimo cobra cada vez mayor importancia. ¿Qué sucederá después? Mientras Ottawa avanza a trompicones en el proceso de adquisiciones, debe comprender que sus desafíos, si bien formidables, no son insuperables. Se requiere una flota de submarinos moderna y completamente capaz si Ottawa quiere defender los intereses de la nación y seguir siendo un actor creíble en el escenario mundialTAG_80__.

Las decisiones que se tomen en los próximos meses definirán la armada de Canadá y su capacidad para avanzar y defender sus intereses en el Pacífico Norte, el Ártico y el Atlántico Norte en los próximos años.

Acerca del autor: Dr. Andrew Latham

Andrew Latham es miembro no residente de Defense Priorities y profesor de relaciones internacionales y teoría política en Macalester College En Saint Paul, Minnesota. Puedes seguirlo en X: @aakatham. Escribe una columna diaria para el National Security Journal.