Manuel Corral es un submarinista apasionado que ha trabajado en la construcción y capitaneo del submarino 'Isaac Peral' de la armada española. A pesar de los riesgos y las difíciles condiciones de vida, Corral disfruta de la aventura constante que supone ser submarinista. El apoyo de su mujer ha sido fundamental durante sus misiones, especialmente durante los treinta días que puede pasar sin ver la luz del sol ni a su familia. Ahora, Corral se prepara para una nueva etapa en Estados Unidos, donde realizará un curso de formación de 'Estado Mayor' junto a su familia.

Manuel Corral con el submarino Isaac Peral de fondo. Es como «un hijo» para él y lo «ha visto crecer», ya que es su comandante y se ha encargado de su construcción. / M.C
Manuel Corral con el submarino Isaac Peral de fondo. Es como «un hijo» para él y lo «ha visto crecer», ya que es su comandante y se ha encargado de su construcción. / M.C

ENTREVISTA. El muniesino Manuel Corral ha trabajado en la construcción del submarino ‘Isaac Pereal’, uno de los principales del ejército español y que ha capitaneado. Emprende ahora una nueva etapa y se desplaza junto a su familia a Estados Unidos para seguir formándose

¿Cómo es vivir dentro de un submarino?

Apasionante. Es muy vocacional ser submarinista por todo lo que implica: los límites, riesgos y las condiciones de vida que no son lo más cómodas posibles. Es ahí donde entra el factor de la vocación. Al final, es disfrutar de una aventura constante.

¿De dónde le viene la vocación?

Nadie de mi familia era marino. Somos todos de Muniesa y hemos vivido entre el pueblo y Zaragoza la mayor parte del tiempo. Cuando entré en la armada, me hice marino y la vocación de submarinista fue surgiendo. Conocí este mundo cuando uno de ellos vino a la escuela naval y, a partir de ahí, empecé a sentir esa curiosidad, que posteriormente se convirtió en una convicción. Quería serlo y vivir esa experiencia porque soy una persona muy aventurera.

¿Cómo es el día a día de un comandante de un submarino?

El día a día es bastante intenso porque la responsabilidad es muy grande. Hasta llegar aquí hemos pasado un proceso muy tedioso y largo de pruebas de todo tipo porque el submarino ‘Isaac Peral’ no deja de ser un prototipo y es la primera que vez que España construye uno.

Lleva más de cuatro años como comandante y se podría decir que ha trabajado en la construcción del submarino que ahora está capitaneando.

Sí, sin duda, desde los inicios. Es un hijo para mí y lo he visto crecer desde cuando todavía estaba fuera del agua. Le tengo mucho cariño porque hay detrás mucho esfuerzo y presión en algunas ocasiones.

¿Cuáles son los principales peligros a los que se exponen?

La navegación en cualquier tipo de mar u océano entraña riesgos, sobre todo por la meteorología. Sin embargo, la navegación submarina tiene un extra de riesgo debido a que cualquier problema puede implicar que se tenga que regresar a la superficie, ya que se está a una mayor profundidad y presión. Los principales problemas pueden ser que entre agua del exterior o un incendio, que se propaga con mucha rapidez. No obstante, desde final del siglo XIX, hemos sido pioneros en la navegación submarina, no carentes de riesgos, pero contamos con experiencia.

¿Cuánto tiempo pueden estar sin ver a sus familias cuando se encuentran de misión?

Depende. Por ejemplo, en este submarino hemos ganado mucho en cuanto a autonomía. No obstante, la principal limitación son los víveres y el descanso mental. Estamos más de treinta días bajo el mar continuadamente y en ocasiones se hacen largos. Una vez entramos a puerto y la dotación descansa el submarino puede seguir dos o tres meses fuera del puerto base.

Si pasan durante 30 días navegando en el fondo del mar no ven la luz solar.

No, no se ve la luz. Hay algunos afortunados que podemos verla a través del periscopio y, al menos, observamos lo que hay alrededor. Otros, sin embargo, pueden estar esos treinta días sin ver absolutamente la luz del día o respirar el aire fresco. En muchas ocasiones nos preguntan: «¿Dónde están las ventanas?» y les respondemos que no tenemos y se quedan muy sorprendidos.

Imagino que el apoyo de la familia es fundamental para poder mantener la calma y estar tanto tiempo fuera.

Sí, sin duda. Mi mujer es la que más ha tenido que sufrir las preocupaciones y el tiempo fuera de casa. Tengo la gran suerte de que ya está acostumbrada a pasar por estas situaciones y ha sido un apoyo incondicional.

¿Qué planes le aguardan?

Estaré durante un año en Estados Unidos realizando un curso de formación llamado de ‘Estado Mayor’. Iré con mi familia y a la vuelta todavía no tengo claro donde me van a destinar, pero mi intención es continuar.

Fuente:
La COMARCA. (04:10:2025). Manuel Corral: «En el submarino pasamos 30 días sin ver la luz ni a la familia. El apoyo de .... lacomarca.net. https://www.lacomarca.net/manuel-corral-submarino-pasamos-30-dias-ver-luz-a-familia-apoyo-mujer-ha-sido-incondicional/