Thales, una importante empresa de defensa, disfruta de un éxito creciente en la producción de sonares sofisticados, con más de 100 sistemas Captas vendidos a 17 flotas militares, incluyendo la estadounidense. Para satisfacer la creciente demanda, Thales planea duplicar o triplicar su capacidad de producción para 2026, lo que tendrá un impacto positivo en el empleo local en Brest. Los sonares son esenciales para la disuasión nuclear, ya que pueden detectar y rastrear submarinos enemigos, lo que proporciona una importante ventaja táctica.

Un sonar CAPTAS (Combine Active and Passive Towed Array Sonar) au siège de Thales à Gemenos, dans le sud-est de la France, le 18 septembre 2024. (MIGUEL MEDINA/AFP via Getty Images)
Un sonar CAPTAS (Combine Active and Passive Towed Array Sonar) en la sede de Thales en Gemenos, sureste de Francia, el 18 de septiembre de 2024. (MIGUEL MEDINA/AFP vía Getty Images)

A tiro de piedra de la base naval de Brest, cuna de los submarinos nucleares franceses, Thales acelera el ritmo. En sus talleres recientemente ampliados, el fabricante de defensa fabrica sofisticados sonares; estos detectores submarinos amarillos, apodados "pez", son adquiridos por armadas de todo el mundo.

El éxito ya está aquí: el gigante tecnológico acaba de superar el hito simbólico de cien sonares remolcados Captas vendidos. Este sistema de escucha de los fondos marinos equipa ya a diecisiete flotas militares, incluida la de la primera potencia naval mundial, Estados Unidos.

Un aumento espectacular de potencia

Ante la explosión de la demanda, Thales no hace las cosas a medias. Emmanuel Michaud, vicepresidente de la división de submarinos, anuncia que la capacidad de producción se duplicará, incluso triplicará, para 2026. Esta aceleración responde directamente al aumento masivo de los presupuestos militares europeos, consecuencia de la creciente amenaza rusa. El impacto en el empleo local es inmediato: tras 120 contrataciones en 2024 en la planta de Brest, que cuenta con más de 1800 empleados, se mantiene el mismo ritmo de contratación para 2025. La ecuación estratégica: permanecer invisible o perecer. En las profundidades, la regla es implacable. Un submarino solo conserva su valor militar mientras permanezca indetectable. Una vez detectado, se convierte instantáneamente en un objetivo vulnerable. "Detectar e identificar el submarino enemigo proporciona una importante ventaja táctica", enfatiza Kai Balder, especialista en guerra antisubmarina de Roland Berger. Un ejemplo reciente: la fragata francesa Alsace, equipada con el sistema Captas, alejó rápidamente durante varias semanas a un submarino ruso en aguas del Atlántico. En el corazón de la disuasión nuclear. Para el almirante Eric Chaperon, asesor de defensa de Thales, la cuestión va más allá de la simple tecnología: "Los sonares tocan la base misma de la disuasión. La capacidad antisubmarina determina directamente la credibilidad de una potencia nuclear". En esta batalla tecnológica, Thales se destaca como un líder mundial indiscutible. El grupo francés se encuentra entre los mejores proveedores del planeta, señala Kai Balder, citando sus ubicaciones en Francia, Reino Unido e incluso Estados Unidos, donde tradicionalmente se da preferencia a los fabricantes locales.

Tecnología que rompe el silencio

Desplegado desde la popa de una fragata, el Captas explora las profundidades emitiendo ondas de muy baja frecuencia. Estos pulsos acústicos recorren largas distancias para capturar los ecos reveladores. "Incluso el submarino más silencioso acaba siendo detectado", asegura el almirante Chaperon.

El sistema se completa con Sonoflash, una boya sonar transportable en helicóptero y lanzable al mar, que permite refinar la posición del objetivo. "Todo el sistema permite detectar, rastrear y, si es necesario, lanzar un ataque una vez confirmada la identificación", explica Emmanuel Michaud.

Drones antiminas: manteniendo a las personas fuera de peligro

Thales también está desarrollando soluciones innovadoras para contrarrestar las minas submarinas, apoyándose en la autonomía robótica para proteger a las tripulaciones. El sonar remolcado Tsam, remolcado por un dron de superficie, puede identificar objetos "del tamaño de una tarjeta bancaria sumergida", explica Anthony Loussaut, gerente de sonar para el programa franco-británico MMCM.

Este ambicioso programa tiene como objetivo reemplazar los detectores de minas convencionales con sistemas autónomos. Tras haber comercializado más de 300 sonares de desminado a una cincuentena de marinas, Thales ha alcanzado un hito: la entrega del primer sistema autónomo a la Armada francesa a finales de 2024, seguida de la entrega a la Marina Real en febrero de 2025. La puesta en servicio está prevista para 2026.

Una batalla comercial sin cuartel

Pero la competencia no se rinde, reconoce Benoît Drier de Laforte, asesor de guerra contra minas en Thales. El fabricante franco-belga Exail, fabricante de drones marinos de cazaminas, reivindica precios más competitivos y una cartera de pedidos "multiplicada por diez" desde su contrato con Países Bajos y Bélgica en 2019.

Xavier Tytelman, experto en defensa y ex piloto de patrulla marítima, matiza: "Thales destaca en integración global, coordinación de drones, conectividad, sensores, análisis de datos, etc. Exail es más dominante en vehículos no tripulados".

Un mercado en auge

Conclusión unánime de los expertos: "La demanda de estas tecnologías se está disparando. Es un mercado extremadamente prometedor", resume Kai Balder. En las profundidades del océano, la guerra silenciosa apenas comienza.

Fuente:
Théo Baroche. (12:10:2025). Thales double la production de ses sonars, bête noire des sous - marins - Epoch Times. epochtimes.fr. https://www.epochtimes.fr/la-guerre-silencieuse-des-profondeurs-thales-double-la-production-de-ses-sonars-bete-noire-des-sous-marinsthales-double-la-production-de-ses-sonars-bete-noire-des-sous-marins-3081252.html/amp