Que colapse un sistema, que un torpedo explote por error o lo más factible, que exista una colisión; son situaciones que se convierten en la peor pesadilla de un submarinista, que indudablemente dejarán al submarino y su dotación atrapados bajo las olas sin considerar que se engrosaría la larga lista de Desastres Submarinos, (DISSUB).
Que colapse un sistema, que un torpedo explote por error o lo más factible, que exista una colisión; son situaciones que se convierten en la peor pesadilla de un submarinista, que indudablemente dejarán al submarino y su dotación atrapados bajo las olas sin considerar que se engrosaría la larga lista de Desastres Submarinos, (DISSUB).
Este último, es definido en el Submarine Trainee Handbook (US Naval Submarine School), como un suceso acaecido a un submarino donde la magnitud de sus consecuencias involucran la pérdida de vidas o incluso de la unidad.
En los últimos años ha existido un notable empuje en el desarrollo y mejoramiento de la tecnología relacionada a las operaciones de rescate de un submarino, militares o civiles, que por cualquier motivo haya naufragado y se encuentre en el fondo marino con sobreviviente a bordo. Aunque en la historia de los
submarinos han existido muchos que han naufragado por múltiples causa, actualmente se puede palpar un repunte que posiblemente se deba a la necesidad indudablemente de tomar acciones enfocadas a evitar una nueva tragedia igual a la ocurrida en agosto de 2000 al submarino misilístico ruso Clase Oscar 2 KURSK que se hundió en el Mar de Barents. Por esto todas las Armadas de los países que cuentan con este tipo de buque han enfocado su mira en los problemas que confrontan sus respectivos servicios para llevar a cabo un eventual rescate submarino, y examinan las nuevas tendencias de los países que ya cuentan con capacidades para hacerlo.
Cuando un desastre submarino ocurre y la dotación de hombres cuentan con la suerte de sobrevivir y encontrase preparados con suministros y equipos adecuados, entonces, debe haber sólo dos cosas por hacer, mantenerse vivo y esperar una efectiva búsqueda y posterior rescate.
Pero las causas del principal problema de buscar y rescatar a un submarino hundido, varía desde reconocer cuales son los requerimientos y equipamientos necesarios, hasta el lograr una acertada y meticulosa planificación y coordinación. Una representación inexorable de esto es que en la historia sólo se ha rescatado exitosamente a la dotación de un submarino siniestrado. Este fue el USS “SQUALUS” que se hundiera en 1.939. Desde la Segunda Guerra Mundial, 615 submarinistas han muerto en accidentes de submarinos hundidos, 118 de ellos murieron en quizás la tragedia naval más representativa de tiempos recientes, la pérdida del submarino ruso KURSK.
Y tan reciente como este evento es el del Submarino Brasileño “TONELERO” que se hundió en puerto (Río de Janeiro), el 24 de diciembre de 2.000, siendo reflotado el 3 de enero de 2.001 y donde afortunadamente no hubo pérdidas de vida.
El escapar en forma autónoma de un submarino siniestrado, es decir, sin la ayuda externa, no es desconocido para estas dotaciones que se embarcan conociendo los riesgos. La máxima profundidad para realizar un escape de ascenso libre controlado de un submarino siniestrado es 180 mts., y a pesar de saber del riesgo de poder sufrir embolias o la absorción de nitrógeno en el torrente sanguíneo, siempre las condiciones fuera del buque serán un riesgo desconocido para el submarinista.
Igualmente la hipotermia fue uno de los principales asesinos del desastre submarino de Komsomolets, que fue un submarino nuclear de ataque ruso que se hundió en el mar noruego en 1.989 y en 1.959 varios sobrevivientes que escaparon del submarino HMS “TRUCULENT”, murieron después de que sucumbieran ante las fuertes olas y corrientes del lugar del siniestro. En fin, el concepto general aplicado en la comunidad de submarinistas, es que en la mayoría de los casos, la opción más segura es esperar el rescate. Es por todo esto que los países que cuentan con submarinos activos, deben alertarse ante la posibilidad ineludible de tener que enfrentar en algún momento un eventual desastre submarino.
Posterior a la tragedia del submarino KURSK, además de otros acontecimientos relacionados a desastres submarinos, se determinó la necesidad de contar con un servicio internacional de enlace que permitiera coordinar los esfuerzos para llevar a cabo un rescate efectivo en caso de un desastre submarino en cualquier nación y hacer que estos accidentes tengan menos probabilidad de ocurrir. En base a esta necesidad se desarrolló el concepto de la Oficina de Coordinación Internacional de Escape y Rescate Submarino, llamada ISMERLO por sus siglas en ingles (International Submarine Escape and Rescue Liaison Office), la cual consiste en un equipo multinacional de coordinación para llevar a cabo operaciones de Escape y Rescate Submarino en cualquier parte del mundo, conformado por expertos en el área y establecidos en Norfolk Virginia en los Estados Unidos de Norteamérica.
El objetivo principal de la ISMERLO es establecer los procedimientos relacionados a este tipo de operaciones y establecer la normativa internacional necesaria para que las Armadas que cuentan con submarinos y que necesiten realizar una eventual operación de escape y rescate submarino puedan estar preparadas para cumplir con la estandarización producto de la consulta, el consenso y la coordinación de las naciones que operan submarinos. Además de fungir como ente de coordinador general de la ISMERLO, la Armada de los EEUU, cuenta con el Grupo de Escape y Rescate Submarino, llamado SMERWG por sus siglas en ingles (The Submarine Escape and Rescue Working Group). El SMERWG es un organismo subordinado directamente a la ISMERLO y es el ente ejecutor o quien operacionaliza por parte de la US Navy, todas las acciones y procedimientos de un rescate submarino en el lugar de un siniestro.
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Ahora bien, ¿Quién tiene la oportunidad de optar por esta ayuda?. De acuerdo a las conclusiones de las jornadas de trabajo llevadas a cabo del 9 al 13 de Junio de 2.003, en San Diego California, EEUU; entre Oficiales de marina representantes de los países que operan submarinos y el Grupo de Trabajo de Escape y Rescate Submarino (SMERWG); cualquier nación del mundo que opere submarinos y presente un posible desastre submarino, puede solicitar la ayuda necesaria a la OTAN por medio de la ISMERLO. Todo lo que la ISMERLO requiere, es que se realice una llamada por medio de los métodos que están dispuesto para informar de la situación y remitirle la disponibilidad de los recursos con que cuenta el país afectado. La normativa establecida por la OTAN esta regida por las publicaciones ATP-10 y ATP-57 “Manual de Requerimientos e Instrucciones para la Ejecución de un Rescate Submarino Internacional con los recursos de rescate de la U.S. Navy” (International Submarine Rescue Requirements and Instruction Manual for Mating with U.S. Navy Rescue Assets). Este último, es el manual al que los comandantes de diferentes nacionalidades deben referirse para efectuar las coordinaciones de esfuerzo necesarias para concretar la ayuda ante un rescate que involucra todos los recursos disponibles por la ISMERLO. Cabe destacar que durante las jornadas de trabajo del SMERWG 2003, nuestra Armada tuvo una participación activa donde nos incluyeron como observadores permanentes a este grupo, estableciendo a la US NAVY como la parte activa del SMERWG que prestaría este eventual servicio ante cualquier DISSUB en nuestra región.
El Grupo de Escape y Rescate Submarino (SMERWG) de la Armada de los EEUU, cuenta con equipos de rescate de alta tecnología y con las capacidades necesarias para cumplir con la importante misión de operacionalizar un rescate submarino siniestrado (DISSUB). Entre estos equipos de rescate podemos mencionar al Deep Submergence Rescue Vehicle (DSRV), que es un sistema usado para rescatar a la dotación de un DISSUB hasta una profundidad de 610 Mts. Es un sistema que puede ser aereo-transportado a las cercanía del desastre y posteriormente acoplado obligatoriamente a un submarino configurado especialmente para servir de buque nodriza (Mother Submarine MOSUB) que lo hace completamente independiente de las condiciones ambientales en la superficie. También, cuentan con el Submarine Rescue Chamber Flyaway System (SRCFS), usado para rescatar la dotación de un DISSUB hasta una profundidad de 259 Mts. También es aéreo-transportado y puede ser embarcado en un buque acondicionado o Commercially Chartered Vessel of Opportunity (VOO) con capacidad de grúa de 12.5 tons.
Igualmente el SMERWG, cuenta con equipos de investigación y evaluación, tales como el Atmospheric Diving System (ADS) y el Tethered Unmanned Work Vehicle System (TUWVS), usados para evaluar las condiciones y la situación física del DISSUB. El ADS también es usado para realizar maniobras de conexión de los sistemas de emergencia al DISSUB tales como aíre de salvamento, aire para reflotar, entre otros y es capaz de operar hasta los 610 m de profundidad. El TUWVS, posee sonar y capacidad de operar hasta 750 Mts.
LR5 del Reino Unido |
Adicional a esto la ISMERLO a través de las reuniones de participación internacional coordinadas por el SMERWG, se ha estandarizado la cooperación mutua entre algunos países que cuentan con sistemas de rescate submarinos entre los que podemos mencionar el Submarino Tripulado LR5 del Reino Unido que es aéreo-transportado y puede operar a un máximo de 457m y en condiciones adversas que superen el estado de mar 6. El Submarine Rescue Vessel CHUNG HAE JIN un LR5K de Korea que es similar al UK LR5, con capacidad de rescatar diez (10) personas a la vez y es operado desde un buque nodriza. El MSM1 de la Armada de Italia, El AS CHIYODA y el ASR CHIHAYA que son dos (02) Deep Submergence Rescue Vehicles (DSRV) similar al DSRV de la US Navy, que pertenecen a la Armada del Japón.
El buque de rescate submarino (Submarine Rescue Ship - ASR) “A20 Neptuno” de la Armada de España y sin alejarnos mucho de nuestras fronteras y en respuesta del suceso ocurrido al Submarino Brasileño "Tonelero” la Armada de la República Federativa del Brasíl, ahora cuenta con un ASR llamado Navío de Socorro Submarino Felinto Perry. Todos estos sistemas, a excepción lógicamente de los buques, son capaces de ser aerotransportados en aviones como el C-130 Hércules, el C-5 Galaxi o el C-17 Globemaster.
Para que nuestra Armada pueda participar activamente en este programa, donde podamos optar a ser asistido con estos equipos y sistemas en el momento menos deseado de un posible desastre submarino a algunos de nuestras unidades, se deben cumplir una serie de requisitos que permitan que la ISMERLO a través del SMERWG, certifique a nuestros submarinos y nuestra Armada, para poder llevar a cabo en forma conjunta con todos estos países una posible operación de escape y rescate de la tripulación de un submarino hundido. Entre estas consideraciones tenemos: la modificación de las escotillas de los submarinos con los estandandares establecidos según la norma STANAG 1297 que permita su acoplamiento con los vehículos de rescate, la certificación de aeropuertos, capacidad de las carreteras, equipamiento en los puertos (grúas, equipos especiales de manejo de containers, profundidades mínimas), cumplir con ciertos procesos administrativos y de control tales como convenio de permisos diplomáticos, convenios de coordinación policial/militar de asistencia al arribo de la fuerza de rescate y convenios de coordinación con autoridades portuarias y aeroportuarias entre otros. Adicionalmente son necesarios algunos sistemas y equipos que sirven de apoyo a la fuerza de rescate y ayudan a garantizar la supervivencia del personal a bordo durante un siniestro. Los submarinos de nuestra Armada, cuentan con muchos de estos, pero también existe la ausencia o desactualización de algunos de estos. Entre algunos equipos se puede nombrar: señales eyectables, sistema de suministro de oxígeno independiente, sistema absorbente de CO2, equipos de control y supervisión de niveles de gases de la atmósfera, balsas de salvamento, equipos de escape individual, boya
Navío de Socorro Submarino NSS Felinto Perry |
eyectable indicadora de posición que envía mensaje de rescate, boya con capacidad de sistemas de comunicaciones, teléfono submarino de emergencia (a baterías), sistema de suministro de aire de emergencia a la tripulación, termómetro internos, equipos para medición de presión absoluta, equipo de localización individual para el personal que escape del DISSUB, sistema de suministro de aire de salvamento estandarizado por la OTAN, aprovisionamiento permanente de al menos diez (10) días de provisiones no perecederas (raciones de combate) y lámparas de alumbrado químico de emergencia con autonomía de hasta siete (07) días continuo.
Igualmente no son solo las unidades operativas del Comando de la Escuadra en las que recaerán las responsabilidades y funciones en un caso de desastre submarino. Es ineludible la necesidad de que unidades de apoyo auxiliar siempre estén prestas y asuman su rol en caso de que se presente un DISSUB. Este se refiere a aquellos que se ocuparían de efectuar múltiples funciones que van desde el nivel estratégico y gubernamental hasta aquellos que abarcan por ejemplo niveles operativos básicos como centros con cámaras hiperbáricas que tengan capacidades no solo de equipos, sino también de personal capacitado en buceo profundo y médicos especialistas en medicina hiperbárica.
Una operación de escape y rescate submarino coordinada con la ISMERLO, se llevaría a cabo en diferentes fases. Esta operación comenzaría con una Fase de Iniciación , donde se toma conocimiento que un submarino se ha hundido o a sufrido un desastre. Esta información puede ser generada por diferentes fuentes tales como buques comerciales o independientes que observen o se percaten de la eventualidad, buques de guerra que operan en conjunto con el submarino siniestrado o una alerta de desastre submarino generada por la Autoridad Operacional Submarina de una Fuerza de Tarea (SUBOPAUTH). Una vez obtenida una alarma, se da inicio de inmediato una Fase Búsqueda Submarina, donde se nombra a una Autoridad de Rescate Nacional (NA) que dirigirá las operaciones en el área donde se crea que se encuentra el DISSUB. Paralelamente, se da inicio a una tercera Fase de Despliegue de la Fuerza de Búsqueda y Rescate donde se realizan todas las coordinaciones de información, de acuerdo al procedimiento que establece la ISMERLO.
Esta fase se realiza paralelamente a las operaciones iniciales de búsqueda. En esta fase se despliega el equipo del rescate a la escena del DISSUB. Esto se puede hacer por medios aéreos, lo cual disminuye considerablemente el tiempo y la posibilidad de rescatar con vida a una dotación, sin embargo se puede lograr por transporte comercial fletado que permita mover al equipo del rescate de una pista aérea a un puerto conveniente dónde el SMERWG tenga disponible un buque o submarino nodriza (MOSHIP), que podría ser un buque de guerra o un buque fletado comercialmente (VOO). Una vez que el equipo de rescate se encuentre presente en el área del DISSUB, se crea una Autoridad de Rescate única (SSRA), que asumirá la dirección de las operaciones de búsqueda y rescate una vez presente en la escena. La nación del submarino hundido debe proporcionar a la Autoridad de Rescate (SSRA) el equipo trabajo que sirva de enlace y coordinación entre las fuerzas del rescate locales y de apoyo extranjero. Este equipo debe incluir
personal de comando, personal técnico, especialistas en la construcción del DISSUB, especialistas relacionados al rescate y coordinadores para los medios de comunicación. Toda la información complementaria y necesaria para conllevar esta fase se rige por la doctrina estándar especificada en el ATP 57(A). Una vez que el DISSUB se ha localizado con la existencia de personas con vida, el grupo de rescate debe iniciar la maniobra de salvamento en una Fase de Rescate del Personal que Realice Escape Individual y en una Fase de Rescate del Personal a bordo del DISSUB.
En el primer caso la dotación del DISSUB que logre escapar se mantendrá como náufragos en superficie dependiendo solamente de su equipo de escape individual, de la protección de las balsas de salvamento
o en ausencia de ambos. En tal sentido, la fuerza de rescate debe entonces iniciar cualquier búsqueda y rescate haciendo énfasis en tratar de localizar y rescatar primero a estos sobrevivientes. Mientras esto
ocurre, un Grupo de Ayuda de Paracaídas Submarino (SPAG) se deja caer en el área del DISSUB para prestarle ayuda médica a cualquier hombre que halla logrado escapar del submarino por propios medios (escape con equipo individual). El personal del SPAG también puede iniciar las comunicaciones con el DISSUB tanto con teléfonos submarinos, como otros medios disponibles. Antes de la llegada del vehículo del rescate, los buques presentes en el área podrían desplegar un Vehículo Operado en forma Remota (ROV) como por ejemplo el del Reino Unido llamado “Escorpión”. Estos ROV pueden enviar imágenes de video al equipo del rescate, para empezar a analizar la situación real del DISSUB, registra los datos vitales como las temperaturas, corrientes, etc. que ayudarán a tomar las mejores decisiones ante esta situación.
En caso de que se considere que las condiciones de profundidad o sistemas de escape del DISSUB está
fuera de los límites para realizar escapes individuales, se establece la necesidad de que el personal espere a bordo, el ser rescatado por un Vehículo del Rescate (RV). Esta se convertiría en la Fase del Rescate del Personal a bordo del DISSUB con un Vehículo Tripulado, la cual puede tardar varios días mientras se completa el traslado de los vehículos y será necesario que durante este tiempo de espera se cuente con los equipos y suministros Emergencia de Apoyo Vida necesarios (ELSS). Por último y tan importante como el hecho de rescatar a los sobrevivientes, se presenta una Fase de Tratamiento Médico, donde los sobrevivientes recuperados del mar, son tratados en el sitio o traslados por los medios más adecuados y con la mayor rapidez a buques que cuenten con capacidad de especialistas y equipos médicos, que realicen el diagnóstico respectivo y su conveniente traslado a un centro médico o hiperbárico adecuado.
En fin, sabemos que cualquier país puede solicitar ayuda a la ISMERLO en caso de un DISSUB en sus aguas jurisdiccionales locales, pero esto siempre estará sujeto sin ningún otro interés que el de garantizar el rescate de los hombres atrapados en un submarino siniestrado, a que tantos los submarinos que operan estos países como muchos otros entes y organismos locales, se encuentren realmente preparados, comprometidos y que cumplan con la normativa tecnológica y doctrinaria establecida en los estándar que se han definido mutuamente por los países que han atendido, compartido y discutido los problemas, ejercicios y lecciones aprendidas tratadas en los foros que ha llevado a cabo el SMERWG y en donde se han aceptado el diseño y la operación estándar de los sistemas de SMER.
La vida tiene un valor incalculable y no existe nada que valga más que ella. Que el Dios todopoderoso y la Virgen del Valle protejan a nuestras unidades de un posible desastre submarino, pero lo importante es que debemos prepararnos para poder responder ante esta eventualidad, ya que la desgracia de que esto ocurra y no se puedan salvar las vidas por no estar preparados, recaerán sobre las conciencias de los que no estarán en ese submarino y que en vida siempre sabrán que pudieron haber hecho algo.SUBEX Ejercicio de Rescate de Submarinistas (Marina Militari) |
Elaborado por:
TN. LEONARDO ALONZO HERNÁNDEZ
ARMADA DE VENEZUELA. (2008)
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