Brasil avanza significativamente en su ambicioso programa para construir el primer submarino de propulsión nuclear, el Álvaro Alberto, con el apoyo estratégico de Francia. Gracias a un nuevo contrato con Naval Group, la cooperación entre ambos países se fortalece, acelerando el desarrollo de un arma que podría redefinir el equilibrio de poder en el Atlántico Sur. A pesar de los desafíos, el gobierno y la marina brasileños consideran el proyecto una inversión estratégica para el futuro, un símbolo de la creciente autonomía tecnológica e influencia geopolítica de Brasil en el siglo XXI.

Brasil ha dado un paso decisivo en su ambicioso programa de construcción de su primer submarino de propulsión nuclear, el Álvaro Alberto.

Este proyecto, que posicionará al país sudamericano en un exclusivo club de potencias navales, se basa en una alianza estratégica con Francia, recientemente fortalecida con un nuevo contrato con el gigante de defensa Naval Group.

 El acuerdo, con un valor de casi 300 millones de euros, no solo consolida la cooperación entre ambos países, sino que acelera el desarrollo de un arma que podría redefinir el equilibrio de poder en el Atlántico Sur. 

El programa PROSUB y la ambición brasileña. 

El programa de desarrollo submarino de Brasil, conocido como PROSUB, se lanzó en 2008 con el objetivo de modernizar y fortalecer la Armada brasileña. El objetivo final es proteger la vasta zona económica exclusiva del país, conocida como "Amazonía Azul", que se extiende por millones de kilómetros cuadrados y alberga inmensos recursos naturales, como petróleo y gas. 

El programa incluye la construcción de cuatro submarinos convencionales de la clase Scorpene, tres de los cuales ya han sido botados o entregados, y el buque insignia: un submarino de propulsión nuclear. Un submarino nuclear ofrece ventajas estratégicas inigualables: puede llevar a cabo misiones y operaciones de combate, permanecer sumergido durante meses, cubrir enormes distancias sin repostar y alcanzar velocidades superiores a las de los submarinos convencionales. 

Para Brasil, esto significa la capacidad de patrullar y defender eficazmente sus rutas comerciales y recursos offshore, proyectando su influencia en una región de creciente importancia geopolítica. 

Con este proyecto, Brasil se convertiría en el primer país fuera de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en poseer un submarino de propulsión nuclear, y el único en Sudamérica, elevando su nivel de armamento sin igual por otros países. 

El papel crucial de Francia. 

La colaboración con Francia es crucial para el éxito del PROSUB. Mientras Brasil desarrolla de forma independiente el reactor nuclear que impulsará el submarino, Francia, a través del Grupo Naval, proporciona apoyo técnico para el diseño y la construcción del casco y los sistemas no nucleares relacionados con el uso de esta forma de energía. 

Esta transferencia de tecnología fue un elemento clave del acuerdo estratégico firmado en 2008 y ha permitido a Brasil adquirir valiosos conocimientos técnicos. El nuevo contrato, firmado poco antes de una visita de estado del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a Francia, se refiere a la prestación de servicios de consultoría técnica especializada para los sistemas adicionales del submarino. Esto demuestra el compromiso continuo de ambas naciones para completar el proyecto, a pesar de los desafíos. 

submarino de clase Scorpene
submarino de clase Scorpene 

El submarino Álvaro Alberto Desafíos y perspectivas futuras 

El camino hacia el submarino nuclear no ha estado exento de obstáculos. Francia ha sido cautelosa en la transferencia de las tecnologías nucleares más sensibles, y las restricciones presupuestarias en Brasil han causado retrasos. Inicialmente programado para una fecha anterior, el lanzamiento del Alvaro Alberto ahora se estima entre 2036 y 2037. 

El coste total del programa PROSUB se estima en más de 23 000 millones de reales (unos 4 000 millones de euros), lo que lo convierte en uno de los mayores proyectos de defensa de la historia del país.  Al mismo tiempo, se trata de un proyecto muy ambicioso, para un buque de 6 000 toneladas, completamente nuevo en Brasil.

A pesar de estos desafíos, el gobierno y la marina brasileños consideran el proyecto como una inversión estratégica para el futuro. Además de garantizar la independencia estratégica, el programa ha generado aproximadamente 4.000 empleos y ha propiciado la creación de un moderno astillero y una base naval en Itaguaí, Río de Janeiro. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha apoyado públicamente las ambiciones nucleares de Brasil, siempre que se cumplan los compromisos de no proliferación.

El submarino Álvaro Alberto
El submarino Álvaro Alberto

La determinación de Brasil de desarrollar esta tecnología refleja su ambición de consolidarse como potencia regional y actor global. El submarino nuclear Álvaro Alberto no solo será un arma, sino un ímbolo de la creciente autonomía tecnológica e influencia geopolítica de Brasil en el siglo XXI.

Fuente:
Fabio Lugano. (02:09:2025). Francia e Brasile assieme per lo sviluppo di un'arma strategica unica un Sud America. scenarieconomici.it. https://scenarieconomici.it/francia-e-brasile-assieme-per-lo-sviluppo-di-unarma-strategica-unica-un-sud-america/