Torpedos Alemanes de la SGM

Indudablemente los torpedos se convirtieron en la mayor amenaza para los navíos durante la Segunda Guerra Mundial cuando eran empleados desde submarinos, barcos y aviones. Los torpedos alcanzaban a sus objetivos en donde más daño podían causar: bajo la línea de flotación. Como defensa pasiva ante los torpedos, los acorazados levaban en los cascos unas protuberancias exteriores, así como mamparos interiores antirtorpedos, amén que las nuevas estructuras dividían en numerosos compartimentos el casco de la nave a objeto de restringir los daños causados por la cabeza explosiva y evitar que la inundación (inevitable en el caso de que un torpedo alcanzara la nave) escorará demasiado el barco haciéndolo ingobernable.

Introducción

Indudablemente los torpedos se convirtieron en la mayor amenaza para los navíos durante la Segunda Guerra Mundial cuando eran empleados desde submarinos, barcos y aviones. Los torpedos alcanzaban a sus objetivos en donde más daño podían causar: bajo la línea de flotación. Como defensa pasiva ante los torpedos, los acorazados levaban en los cascos unas protuberancias exteriores, así como mamparos interiores anti torpedos, amén que las nuevas estructuras dividían en numerosos compartimentos el casco de la nave a objeto de restringir los daños causados por la cabeza explosiva y evitar que la inundación (inevitable en el caso de que un torpedo alcanzara la nave) escorará demasiado el barco haciéndolo ingobernable.

Cada flota tenía un diseño particular de torpedos que comprendía diferentes tamaños, espoletas, carga explosiva, alcance máximo y velocidad, a pesar de que a comienzos de la guerra todos estos eran de los llamados de “carrera recta” la mayoría tenían algo en común independientemente de la nacionalidad: el ajuste de velocidad, esto es que el torpedo tenga dos o tres valores de alcance en función de la distancia que tenia recorrer al blanco, cuando se calculaba la solución de tiro para el torpedo, se tenía que determinar la distancia del barco a torpedear, la velocidad a la que iba, tipo de navío y la dirección de dicho barco con respecto al submarino, estos datos eran cargado en un tablero de control y en función a estas variables se ajustaba la velocidad del torpedo que podía ser Lenta, Media y Rápida.

Este era el caso de los famosos T-I (G7a) alemanes, que tenían estos tres ajustes, para la Lenta el torpedo se desplazaba a 30 nudos, en la Media a 40 nudos y en la Rápida a 44 nudos, pero un ajuste a mayor velocidad significaba poca autonomía en contraste a un ajuste de lenta que significaba que el torpedo podía llegar mas lejos; a pesar de que un ajuste de velocidad rápido significaba menos posibilidad de ser detectado por los vigías (éstos podían ver la estela de burbujas acercándose desde varias centenas de metros), su alcance (autonomía) era muy limitado y un pequeño error de cálculo (además de los defectos propios del arma) podía significar que el torpedo no llegara.

Estas armas tenían el limitante implícito de que eran de “disparo recto”, por lo tanto una vez disparado seguía su trayectoria en línea recta afectado solamente por sus limitaciones técnicas y la corriente, lo cual a menudo generaba un problema para los comandantes que observaban la navegación en zig-zag de los mercantes, esto hacía que tuvieran que acercarse demasiado para acortar la distancia que el torpedo podría viajar además de tener que posicionar perpendicularmente el submarino al blanco para tener mayores posibilidades de éxito, maniobra ésta que solía llevar horas y realizarse con suma cautela para evitar la detección (no era tan sencillo como se ve en “Das Boot”), ya que no siempre se estaba a la distancia correcta y perpendicular del todo.

Adicionalmente a esto, siempre existía la posibilidad que el torpedo pasara por debajo del blanco, esto se debía a que no se sabía con certeza el calado de la nave lo cual podía deberse a condiciones mala visibilidad, los comandantes y vigías estaban particularmente entrenados para identificar el tipo de nave a la distancia y en consecuencia incorporar a los cálculos este dato, pero a mitad del atlántico norte la niebla, la lluvia y la marea hacían casi imposible saber que tipo de barco se hallaba en el horizonte.

Defectos

A principios de 1939, esta arma había sufrido pocos avances en su perfeccionamiento, de tal manera que la guerra sorprendió a las distintas armadas de las potencias combatientes con un arsenal anticuado y en muchos casos vetusto. Desde 1939 hasta 1943, los peores torpedos los poseía la US Army (los llamados MK) que tenían la más alta tasa de fallos: la probabilidad de que no estallaran estaba en un 80%, lo cual se debía a muchas cosas: mal diseño (lo que también ocasionaba que sea atoraran en el tubo lanzatorpedos), fallas en los dispositivos de la espoleta, fallas en las conexiones, etc. Le seguía la Kriegsmarine cuyos torpedos tenían un 60% de posibilidad de que no estallasen en 1939, pero a medida que avanzaba la guerra fueron mejorando, es así como en 1940 lograron reducirlo al 50%, 40% en 1941 y 30% en 1942. La Royal Navy ubicaba esta tasa en un 20% - 30% que se mantuvo mas o menos estable; y los mejores torpedos de toda la guerra los poseía la IJN (Armada Imperial Japonesa) cuya tasa de fallos no superaba el 10%, estos eran los famosos “Long Lance” que venían, mayoritariamente, en versiones de 21 y 24 pulgadas, los de 21’ para los destructores y los de 24’ para submarino, aunque muchas unidades de superficie usaron también los de 24’.

Tipos de Torpedos

Durante el transcurso de la guerra, los alemanes desarrollaron varias versiones de torpedos que fueron denominados G7, estos G7 tenían a su vez dos versiones, la G7a y la G7e, y la G7e tuvo una variante denominada G7es, estas versiones agrupaban a todas las denominaciones T. (T-I, T-II, T-III, T-IV y T-V).

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7a	T-I	Aire Comprimido (vapor)	(Lenta) 12.500 m./ 30 nudos (Media) 7.500 m./ 40 nudos (Rápida) 5.000 m./ 44 nudos

Torpedo de carrera recta, que además de los problemas propios derivados del diseño, dejaba un rastro de burbujas muy visible, por lo que hacía inconveniente su ajuste a una velocidad media, varios comandantes prefirieron optar por el ajuste rápido, que aunque podía ser disparado desde 4.000 a 5.000 metros, si se quería una alta posibilidad de impacto se tenían que acercar a menos de 2.000 metros del objetivo.

Embarcando un G7 en el U-94

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7e	T-II	Electricidad	5.000 m./ 30 nudos

Torpedo de carrera recta de velocidad estándar, del mismo tamaño y cabeza explosiva que el T-I, solucionaba el problema de la estela de burbujas debido a su motor eléctrico, sin embargo tenía problemas para mantener una profundidad adecuada, además de que con frecuencia no estallaba.

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7e	T-III T-IIIa	Electricidad Electricidad	5.000 m./ 30 nudos 7.500 m./ 30 nudos

Torpedo de carrera recta de velocidad estándar pero con una cabeza explosiva de mayor tamaño, desarrollado a mediados de 1942, la primera versión aumento la carga explosiva con respecto a los T-I y T-II, y en la segunda versión (desarrollada a finales de 1942) se mejoro la capacidad de las baterías lo cual repercutió en un alcance mayor a la velocidad estándar de 30 nudos. Este torpedo tenía la particularidad de que su motor eléctrico tenía que ser precalentado para alcanzar las máximas prestaciones, se lo precalentaba a 30º C (86º F) antes de lanzarlo, en caso de que no fuera posible dicha operación, se lo podía lanzar pero disminuía su velocidad a 28 nudos y su alcance a 3.000 metros.

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7e	T-IV	Electricidad	7.500 m./ 20 nudos

Torpedo de carrera recta de velocidad estándar con la misma cabeza explosiva y otras características del T-II pero mejorado en su sistema de propulsión con fusibles de influencia.

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7a	T-I FaT-I	Electricidad	12.500 m./ 30 nudos

Introducido a principios de 1943, era el primer torpedo buscador de objetivos, tenía la denominación especial de “Federapparat” (FaT), de diseño basado en el T-I, estaba dotado de un dispositivo de localización de señales audibles, podía hacer recorridos de 800 a 1.600 metros en un patrón de búsqueda después de un tramo inicial determinado, por ejemplo: una vez que hubiera recorrido 2.000 o 3.000 metros, podía activar su dispositivo de escucha pasivo y buscar blancos durante 800 a 1.600 metros. Fue especialmente diseñado contra convoyes muy cerrados.

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7e	T-III FaT-II	Electricidad	5.000 m./ 30 nudos

Basado en el eléctrico T-III fue introducido a mediados de 1943, tenía iguales dispositivos que los T-I FaT-I, pero especialmente diseñado para atacar buques escoltas (destructores, corvetas, etc.), normalmente estaban reservados para los tubos de popa en caso de persecuciones.

Los aliados ante este tipo de arma totalmente nueva, desarrollaron un sistema de señuelos que producía ruidos que desviaban el dispositivo de búsqueda del torpedo, es así como a finales de 1943 hacía su aparición el “Foxer” que hizo ineficaz a la serie FaT.

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7e	T-IIIa FaT-II	Electricidad	7.500 m./ 30 nudos

Basado en el T-III FaT-II, le fue incorporada una batería de mayor duración, incrementando de esta manera su alcance de 5.000 a 7.500 metros.

Tipo	Versión	Propulsión	Alcance /Velocidad
G7es	T-V	Electricidad	5.700 m./ 24 nudos

Torpedo buscador acústico, basado también en el T-II, fue introducido a finales de 1943 específicamente contra los buques escoltas, el dispositivo de rastreo acústico se fijaba en un blanco cuya señal audible fuera alta (propia de destructores y cruceros ligeros, recordemos que un destructor en persecución alcanzaba la velocidad de hasta 30 nudos), pero tenía el problema de que el buscador no era completamente fiable, ya que estaba diseñado para cerrar su espectro contra el ruido mas fuerte después de recorrer 400 metros. Dos U recibieron el impacto de su propio torpedo: el U-972 en Diciembre de 1943 y el U-377 en Enero de 1944, obligando a revisar los procedimientos de lanzamiento de esta arma. Es así como una maniobra de disparo por los tubos de proa obligaba a sumergir la nave a una profundidad mínima de 60 metros, mientras que un disparo de popa debía realizarse con los motores apagados o en velocidad silenciosa.

Fracasos

Existen varias historias sobre los problemas que causaron los torpedos alemanes a sus comandantes, uno de los más famosos casos fue el del U-39 al mando del Kptlt. Glattes cuando detecto al HMS Ark Royal, acercándose sin ser detectado por los destructores escoltas, Glattes disparo una andanada de tres torpedos (T-I) con detonadores magnéticos al portaaviones los cuales explotaron prematuramente revelando la presencia del submarino, el cual fue rápidamente ubicado y destruido (afortunadamente, la tripulación tuvo tiempo de evacuar).

Otro incidente fue protagonizado por el Kptlt. Schuhart quien al mando del U-29 avistó al portaaviones HMS Courageous, al igual que Glattes, se acerco sin ser detectado por la escolta, pero a sabiendas de los defectos de los torpedos con detonadores magnéticos, utilizó los de detonadores de impacto que si funcionaron adecuadamente echando a pique al portaaviones

El mismo Kptlt. Günther Prien, tuvo el mismo problema en Scapa Flow, había disparado una andanada de tres torpedos y ninguno había hecho impacto, fue necesario arriesgarse y recargar los tubos para disparar de nuevo, aún así fallo otro torpedo, no obstante estar en una inmejorable posición, con buena mar y excelentes condiciones atmosféricas.

Otro caso es el del Kptlt. Wilhelm Zahn, al mando del U-56 se topo en su área de patrulla con un fuerza de batalla compuesto por el Acorazado Hook, Rodney y Nelson protegidos por un grupo destructores; Zahn eludió la escolta, logro posicionar su nave y disparar al Nelson una andanada de tres torpedos, Zahn, al igual que Prien y otros, sabia de los problemas con los detonadores magnéticos, motivo por el cual utilizó los torpedos equipados con detonadores de impacto, pero a diferencia de la suerte de Prien, estos torpedos golpearon el casco del Acorazado pero explotaron.

Fuentes de investigación:

• “The German Navy in World War Two: A Referente Guide to the Kriegsmarine, 1939-1945” de Jak Mallmann Showell.
• “The Pacific Campaign: The U.S.-Japanese Naval War, 1941-1945” de Dan Van de Vat (1991).
• “German Destroyer of World War Two” de M.J. Whitley (1991) 2º Edición.
• “Guerra en el Mar” de Nathan Millar (1995).

por: José María Ramírez Iglesias