Tras el cierre de Izar la industria paralela a los astilleros militares se reactiva por la inversión de la Armada para la construcción de lo...
Tras el cierre de Izar la industria paralela a los astilleros militares se reactiva por la inversión de la Armada para la construcción de los submarinos S-80 por Navantia
Rara vez el término sumergible se puede utilizar al definir un instrumento para salir a flote. No es que la economía de la comarca de Cartagena esté hundida, ni mucho menos. Pero a partir de los 1.755 millones de euros que la Armada Española invertirá en la construcción de cuatro submarinos de la serie S-80, una importante porción de su industria especializada se mantendrá sólida como el acero navegando en la superficie por mucho tiempo. Todo ello después de que el cierre de Izar le hubiese llevado a sobrevivir en la incertidumbre.
El beneficiario de este contrato es la empresa Navantia. La compañía, fruto de la remodelación de Izar, ha decidido utilizar su astillero de Cartagena para construir estas naves encargadas que, a la postre, reactivarán el sector industrial comarcal al satisfacer la enorme cantidad de insumos que un proyecto de esta naturaleza requiere. “Sin duda, las empresas de mano de obra e insumos especializados que han permanecido inciertas desde que se cerró Izar tendrán un papel preponderante en la construcción de estos cuatro submarinos”, destaca Mariano Rosique, presidente de la Cámara de Comercio Industria y Navegación de Cartagena. Para Rosique, el contrato multimillonario supone una noticia “excelente”.
Navantia se encuentra preparando actualmente sus instalaciones para que puedan fabricar íntegramente los cascos del acero de alta tecnología con el que construirá las esloras de los buques. De este modo no necesitará echar mano de la subcontratación de una tarea que comúnmente se ha encargado a compañías extranjeras.
La empresa se ha propuesto finalizar esta fase de preparación en 2009 y encontrarse entonces totalmente lista para fabricar el primero de los cuatro S-80 encargados por Defensa.
Hace pocos días Navantia anunciaba su programa de inversiones para el año 2006. En él se deja ver que la mitad del presupuesto para el ejercicio se ha destinado a la dársena de Cartagena. En total, se emplearán casi 28 millones de euros a lo largo del año para la incorporación de maquinaria diseñada para los nuevos procesos, para la adecuación de los sistemas de almacenamiento y manipulación y para la adaptación de edificios capaces de implementar esta nueva tecnología.
Las inversiones relacionadas con los submarino S-80 responden a un programa plurianual que se inició en el año 1999. Desde entonces ya se han invertido cerca de tres millones de euros que han servido para sedimentar las bases ante la llegada de la fuerte inversión prevista para este año y los siguientes.
RETORNA LA SOLIDEZ
Desde el cierre de Izar, triste episodio que originó una grave crisis económica en la comarca de Cartagena, la tradicional producción marítimo-militar que durante un largo tiempo caracterizó a la comarca, quedó en la memoria colectiva como aquellos inmejorables años de las vacas gordas. Ahora aquella época parece regresar. Para Rosique “lo más destacado de este contrato es el respaldo que se vuelve a dar a la ciudad, poseedora de mucha experiencia en la construcción de maquinaria naval”. ”En este sentido”, añade el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cartagena, “es de vital importancia resaltar el acierto con el que Navantia ha reconducido el tema desde el cierre de Izar. Sobre todo por que la próxima construcción de los S-80 significa que nos volvemos a meter de lleno en el mercado mundial de la producción marítimo-militar”.
En la reinserción interpretará un papel preponderante la transferencia de tecnología que la empresa estadounidense Lockheed Martin (encargada de la implementación de todos los sistemas de combate de los nuevos sumergibles españoles) ofrecerá a Navantia durante el proceso de construcción.
El Ministro de Defensa, José Bono, explicó durante su pasada visita a la ciudad portuaria que la inversión para la fabricación de los cuatro sumergibles “supone una innovación tecnológica en la industria de la defensa que situará a Cartagena como un referente mundial en esta materia”.
UNO CADA AÑO
Un submarino S-80 por año es la velocidad de producción que la empresa Navantia se ha propuesto alcanzar una vez que haya finalizado su proceso de preparación. Es decir, a partir del ejercicio 2009, y hasta el año 2012. Este contrato con la Armada Española hará circular por la economía cartagenera 1.775 millones de euros.
Los responsables de la empresa aún no se han animado a precisar cuáles serán los insumos que encargarán al sector industrial de la comarca. En todo caso, el proyecto abre una importante veta comercial que contribuirá a fortalecer a la industria paralela. Se trata de un sector que ya cuenta con la experiencia de proveer de materia prima a iniciativas de esta naturaleza.
Asimismo, el sector laboral también se verá beneficiado, ya que se ha garantizado que la construcción de los anfibios supondrá la creación de más de 500 nuevos puestos de trabajo durante los próximos ocho años. Sin embargo, la empresa podría evitar firmar nuevos contratos fijos. “Creemos que para esa nueva mano de obra que será necesaria para fabricar los S-80 Navantia cogerá el camino de la subcontratación”, señala Juan José Pérez Manzanera, secretario general de MCA-UGT de Cartagena y trabajador del astillero militar.
De cualquier forma, no cabe duda de que se necesitarán muchas manos para llevar a cabo el proyecto y que la comarca entera será la fuente de ellas. Por otro lado, y en vista de que los S-80 sustituirán a los antiguos S-60, ya obsoletos, Pérez Manzanera indica que próximamente se deberá pensar, también, en dar de baja a los S-70, por lo que sugiere que sean seis, y no cuatro, los submarinos que se construyan en los astilleros de Cartagena.
Álvaro Gustín
http://www.laeconomia.com/noticia.asp?id=388&numero=88
Rara vez el término sumergible se puede utilizar al definir un instrumento para salir a flote. No es que la economía de la comarca de Cartagena esté hundida, ni mucho menos. Pero a partir de los 1.755 millones de euros que la Armada Española invertirá en la construcción de cuatro submarinos de la serie S-80, una importante porción de su industria especializada se mantendrá sólida como el acero navegando en la superficie por mucho tiempo. Todo ello después de que el cierre de Izar le hubiese llevado a sobrevivir en la incertidumbre.
El beneficiario de este contrato es la empresa Navantia. La compañía, fruto de la remodelación de Izar, ha decidido utilizar su astillero de Cartagena para construir estas naves encargadas que, a la postre, reactivarán el sector industrial comarcal al satisfacer la enorme cantidad de insumos que un proyecto de esta naturaleza requiere. “Sin duda, las empresas de mano de obra e insumos especializados que han permanecido inciertas desde que se cerró Izar tendrán un papel preponderante en la construcción de estos cuatro submarinos”, destaca Mariano Rosique, presidente de la Cámara de Comercio Industria y Navegación de Cartagena. Para Rosique, el contrato multimillonario supone una noticia “excelente”.
Navantia se encuentra preparando actualmente sus instalaciones para que puedan fabricar íntegramente los cascos del acero de alta tecnología con el que construirá las esloras de los buques. De este modo no necesitará echar mano de la subcontratación de una tarea que comúnmente se ha encargado a compañías extranjeras.
La empresa se ha propuesto finalizar esta fase de preparación en 2009 y encontrarse entonces totalmente lista para fabricar el primero de los cuatro S-80 encargados por Defensa.
Hace pocos días Navantia anunciaba su programa de inversiones para el año 2006. En él se deja ver que la mitad del presupuesto para el ejercicio se ha destinado a la dársena de Cartagena. En total, se emplearán casi 28 millones de euros a lo largo del año para la incorporación de maquinaria diseñada para los nuevos procesos, para la adecuación de los sistemas de almacenamiento y manipulación y para la adaptación de edificios capaces de implementar esta nueva tecnología.
Las inversiones relacionadas con los submarino S-80 responden a un programa plurianual que se inició en el año 1999. Desde entonces ya se han invertido cerca de tres millones de euros que han servido para sedimentar las bases ante la llegada de la fuerte inversión prevista para este año y los siguientes.
RETORNA LA SOLIDEZ
Desde el cierre de Izar, triste episodio que originó una grave crisis económica en la comarca de Cartagena, la tradicional producción marítimo-militar que durante un largo tiempo caracterizó a la comarca, quedó en la memoria colectiva como aquellos inmejorables años de las vacas gordas. Ahora aquella época parece regresar. Para Rosique “lo más destacado de este contrato es el respaldo que se vuelve a dar a la ciudad, poseedora de mucha experiencia en la construcción de maquinaria naval”. ”En este sentido”, añade el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cartagena, “es de vital importancia resaltar el acierto con el que Navantia ha reconducido el tema desde el cierre de Izar. Sobre todo por que la próxima construcción de los S-80 significa que nos volvemos a meter de lleno en el mercado mundial de la producción marítimo-militar”.
En la reinserción interpretará un papel preponderante la transferencia de tecnología que la empresa estadounidense Lockheed Martin (encargada de la implementación de todos los sistemas de combate de los nuevos sumergibles españoles) ofrecerá a Navantia durante el proceso de construcción.
El Ministro de Defensa, José Bono, explicó durante su pasada visita a la ciudad portuaria que la inversión para la fabricación de los cuatro sumergibles “supone una innovación tecnológica en la industria de la defensa que situará a Cartagena como un referente mundial en esta materia”.
UNO CADA AÑO
Un submarino S-80 por año es la velocidad de producción que la empresa Navantia se ha propuesto alcanzar una vez que haya finalizado su proceso de preparación. Es decir, a partir del ejercicio 2009, y hasta el año 2012. Este contrato con la Armada Española hará circular por la economía cartagenera 1.775 millones de euros.
Los responsables de la empresa aún no se han animado a precisar cuáles serán los insumos que encargarán al sector industrial de la comarca. En todo caso, el proyecto abre una importante veta comercial que contribuirá a fortalecer a la industria paralela. Se trata de un sector que ya cuenta con la experiencia de proveer de materia prima a iniciativas de esta naturaleza.
Asimismo, el sector laboral también se verá beneficiado, ya que se ha garantizado que la construcción de los anfibios supondrá la creación de más de 500 nuevos puestos de trabajo durante los próximos ocho años. Sin embargo, la empresa podría evitar firmar nuevos contratos fijos. “Creemos que para esa nueva mano de obra que será necesaria para fabricar los S-80 Navantia cogerá el camino de la subcontratación”, señala Juan José Pérez Manzanera, secretario general de MCA-UGT de Cartagena y trabajador del astillero militar.
De cualquier forma, no cabe duda de que se necesitarán muchas manos para llevar a cabo el proyecto y que la comarca entera será la fuente de ellas. Por otro lado, y en vista de que los S-80 sustituirán a los antiguos S-60, ya obsoletos, Pérez Manzanera indica que próximamente se deberá pensar, también, en dar de baja a los S-70, por lo que sugiere que sean seis, y no cuatro, los submarinos que se construyan en los astilleros de Cartagena.
Álvaro Gustín
http://www.laeconomia.com/noticia.asp?id=388&numero=88
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