A finales de agosto, la OTAN organizó una búsqueda a gran escala de un submarino ruso cerca del portaaviones USS Gerald R. Ford, frente a las costas de Noruega, la mayor desde la Guerra Fría. A pesar de los esfuerzos aéreos y navales de la OTAN, el submarino ruso no fue localizado, lo que generó preocupación sobre su capacidad para operar en las proximidades de un portaaviones avanzado y costoso como la Armada estadounidense. El incidente pone de relieve la creciente amenaza que representan los submarinos rusos, equipados con capacidades antiacceso y denegación de área, que podrían afectar las estrategias navales y de poder de Estados Unidos.

En la foto el submarino ruso de clase Yasen

En la última semana de agosto, las fuerzas de la OTAN en Noruega se reagruparon, ya que el portaaviones más grande de la Armada de los EE. UU. quedó expuesto y vulnerable a un submarino ruso.

En cuestión de horas, la Armada de los EE. UU., la Real Fuerza Aérea (RAF) y la Real Fuerza Aérea Noruega (RNoAF) lanzaron una de las mayores cacerías de submarinos frente a la costa noruega, la más grande jamás realizada. extendido desde el final de la Guerra Fría.

Su objetivo, según el Barents Observer, era uno de los tres submarinos nucleares rusos de la clase Yasen, uno de los más avanzados de Rusia, que estaba operando peligrosamente cerca del más El portaaviones más grande de la Armada de los EE. UU., el USS Gerald R. Ford de 100.000 toneladas con propulsión nuclear, ha sido lanzado por la RAF desde su base aérea de Lossiemouth en Escocia para cazar al submarino ruso. La RAF ha lanzado al menos ocho vuelos P-8A Poseidon desde su base aérea en Lossiemouth en Escocia, la RNoAF ha realizado misiones desde su base aérea Evenes cerca de Narvik en el Círculo Polar Ártico, y la Marina de los EE. UU. también ha lanzado patrullas desde Islandia, mientras que otros dos aviones de guerra antisubmarina (ASW) P-8 han sido redesplegados desde Sicilia, Italia, según medios del norte de Europa. Las fuerzas de la OTAN no lograron localizar al submarino ruso, como informó The National Interest y sigue siendo preocupante que el submarino pudiera operar tan cerca de ese portaaviones de la Armada de los EE. UU.