En la década de los setenta, el gobierno argentino inicio un ambicioso programa de remodernizacion de su fuerza submarina.
Como las dos mayores marinas de América del Sur compitieron por el liderazgo de los mares
En la década de los setenta, el gobierno argentino inicio un ambicioso programa de remodernizacion de su fuerza submarina. Los pocos submarinos "Guppy" de procedencia americana darían lugar a una moderna armada, merecedora de gran respeto por parte de los demás países.
En 1974 fueron adquiridas dos unidades del tipo IKL-209 (el Salta y el San Luis). En 1977, un contrato firmado entre la Armada Argentina (ARA) con un astillero alemán preveía la construcción de seis submarinos TR-1700, siendo cuatro en Buenos Aires. De esta forma, la Armada Argentina llegaría a los años noventa como la mas poderosa fuerza submarina del Atlántico Sur, contando con dos IKL-209 y seis TR-1700. Y, lo más importante de todo, con know-how para el desarrollo de cascos capaces de contener reactores nucleares.
El inicio de la década de los setenta fue marcado por una gran remodernizacion en la flota de submarinos brasileña . A lo largo de los años de 1972 y 1973 fueron incorporados nada menos que ocho submarinos, de procedencia norteamericana e inglesa.
De lo increíble del programa argentino, elaborado hace mas de 25 años, pocas metas fueron alcanzadas. La crisis económica golpeo fuerte en el país durante la segunda mitad de la década de los ochenta e inicio de los años noventa. Sus consecuencias fueron lo bastante duras en las fuerzas armadas y el programa de desarrollo de submarinos simplemente naufrago. De los cuatro TR-1700, dos fueron entregados (1985 y 1985) y están actualmente en uso. Los otros cuatro, que debieron ser construidos en la Argentina, nunca llegaron a ser completados y posiblemente nunca lo serán. De los dos IKL-209, apenas el Salta está en actividad, después de una modernización que termino en 1996. Con el San Luis se inicio modernización en 1991 pero nunca fue completada.
Aquella que podría ser la mas poderosa fuerza submarina en el inicio de los años noventa, con ocho submarinos modernos y/o actualizados, está reducida a apenas tres unidades.
A continuación, en el anexo, una evolución cronológica del programa de remodernización de la fuerza de submarinos argentina en los últimos veinte años.
La ARA en 1978
|
La ARA en 1988
|
La ARA hoy (1998)
|
IKL 209 S31
TR 1.700
|
IKL 209
TR-1700
|
IKL-209
TR 1.700
|
Evolución de la Fuerza de Submarinos en el Brasil en los últimos veinte años 1978-1998
El inicio de la década de los setenta fue marcado por una gran remodernizacion en la flota de submarinos brasileña . A lo largo de los años de 1972 y 1973 fueron incorporados nada menos que ocho submarinos, de procedencia norteamericana e inglesa.
Los submarinos de origen americano, ya en aquella epoca, eran unidades antiguas, datados de la II Guerra Mundial. Estos eran conocidos como "Guppy" (Greater Underwater Propulsive Power), que en la verdad era el nombre del programa de modernización. Los "Guppy II" fueron modernizados en 1948-50 y los "Guppy III" en 1960-62. Tres "Guppy II" (Rio Grande do Sul, Rio de Janeiro y Guanabara) llegaron al Brasil en 1972, los otros dos (Bahia y Ceará) en el año siguiente, juntamente con los "Guppy III" (Amazonas y Goiás). Dos "Guppy II" (Rio Grande do Sul y Rio de Janeiro) tuvieron una vida corta en la MB, apenas de seis años. Fueron decomisionados en 1978. Los demás fueron desactivados en las décadas siguientes. (no confundir el Bahia y el Rio Grande do Sul con los submarinos del mismo nombre de la clase "Balao", incorporados a la MB en 1963 y desactivados en 1972).
El proyecto de adquisición de los "Oberon" nació en el final de la década de los sesenta, cuando dos unidades fueron encomendadas por Brasil al astillero ingles Vickers. El tercero fue encomendado en 1972. La primera unidad (S20 Humaiatá) fue completada en 1973 y las otras dos en 1977.La construcción de la segunda unidad (S21 Tonelero) sufrió un atraso considerable en función de un grave incendio en su interior. Actualmente, apenas el Tonelero esta en actividad, después de recibir un nuevo sonar.
En el final de la década de los setenta, yá se estudiaba la sustitución de todos los "Guppy" brasileños. Por lo tanto, este nuevo proyecto era mas ambicioso y preveía la construcción de submarinos en el Brasil con la posibilidad de transferencia de tecnología, abriendo camino para el proyecto de submarinos enteramente nacionales y, en un futuro mas distante, un submarino nuclear.
Por motivos de orden técnico, económico y político, se opto por el submarino IKL-209, siendo el contrato firmado en los comienzos de la década de los ochenta.
Sigue una evolución cronológica del programa de modernización de la fuerza de submarinos del Brasil en los últimos veinte años.
La MB en 1978
|
La MB en 1988
|
La MB hoy (1998)
|
Guppy II
Guppy III
Oberon
|
Guppy II
Guppy III
Oberon
IKL-209 S30
|
Oberon
IKL-209 S30
IKL 209 (mod.)
|
Un análisis de los hechos
Observando la evolución del número de unidades de submarinos en la MB en los últimos veinte años se tiene lo siguiente: entre 1978 y 1988 hubo una disminución de ocho unidades operacionales a siete unidades. Diez años mas tarde, fue reducida a cuatro en operación. Por lo tanto, ocurre lo opuesto cuando comparamos la edad media de los submarinos, considerando la edad como una actualización y modernización de los medios up-to-date. La edad media de los submarinos actuales es de 9 años (contando a partir de la fecha de la puesta en servicio) y en 1978 esta era de 21 años (considerando la fecha de comisionamento de los "Guppy" en la US Navy).
En resumen, la actual fuerza de submarinos de la MB es reducida en número, por lo tanto bastante coherente y actualizada. La cantidad será elevada en breve con la incorporación del Tapajó y a medio plazo del Tikuna y tal vez del Tapuia. Serán submarinos capaces de enfrentar todo y cualquier tipo de amenaza, ademas de imponer respeto a cualquier adversario. Si proyectarnos una flota de seis submarinos de aquí a diez años (4 "Tupis" y 2 "Tikunas"), esta tendrá una edad media de 11,33 años. Con base en los datos de la cantidad y edad, fue elaborado un gráfico (ver arriba) bastante simple, y muy ilustrativo. Considerándose un indice (hipotético) de relación ideal (cantidad/edad media) veremos en el gráfico que el valor crecer con el tiempo, mostrando una renovación de los medios. Se observa un "valle" en el año 1988. Una interpretación satisfactoria para tal seria la no incorporación de unidades mas recientes en en este período (consecuentemente el envejecimiento de la fuerza) y la reducción de la flota. De cualquier forma, es interesante que la curva crezca hasta un nivel satisfactorio y después se mantenga a lo largo del tempo. Cuando esto suceda, tendremos una renovación de los medios igualada con el numero ideal de submarinos.
Es interesante notar que la armada argentina ya podría haber alcanzado esta marca (seis submarinos modernos, dos IKL y cuatro TR-1700) hace casi diez años, incluyendo algunos de construcción nacional. El programa argentino de modernización de la fuerza de submarinos, es bastante semejante al brasileño, fue lanzado cerca de cinco años antes que el brasilero (en 1977, un contrato firmado entre la ARA con un astillero alemán preveía la construcción de seis TR-1700). El Brasil solo en 1982 firmo los dos contratos técnicos con el Consorcio Ferrostaal/Howaldtswerke Deutsche Werft (HDW) de Alemania).
La crisis económica alcanzo o nuestro vecino (Argentina) de forma mucho mas dramática y su construcción de submarinos refleja esta situación. Ellos sabían de la importancia de poseer submarinos. Durante a Guerra de las Islas Malvinas, toda la armada argentina quedo retenida en los puertos. No tanto por la escuadra de superficie de los ingleses pero si por cuenta de los submarinos nucleares. La Argentina perdió solamente un navío de combate (el Crucero Belgrano), y fue justamente por un submarino. Del otro lado, la única amenaza a la flota inglesa, ademas de los ataques aéreos, eran sus dos submarinos IKL-209, de los cuales apenas uno, el San Luis, opero durante todo el conflicto.
En un hipotético conflicto entre la Marina del Brasil(MB) y una marina con la envergadura de la escuadra británica, posiblemente el Brasil tomaría el mismo camino que la Argentina en las Malvinas: retendría sus navíos de combate de superficie próximos a la costa y lanzaría toda la fuerza submarina al mar. Por lo tanto, en mi modesta opinión de contribuyente, el mayor empeño de la Marina del Brasil debería ser dado a la adquisición de tecnología y construcción de submarinos modernos en el país, aunque que sus costos no alcancen los niveles económicos necesarios. Este si es un punto estratégico. Como nuestra realidad es modesta y el presupuesto bastante apretado, la adquisición de material de superficie debe ser puesta en un nivel secundario cuando el asunto es remodernizacion de la Escuadra. Esto vale apenas para navíos de combate de gran porte como fragatas, destructores y portaaviones. Creo que el pensamiento de la MB también es el mismo, pues esta consigo mantener las metas del programa de submarinos (mismo con atrasos en el cronograma) a lo largo de los penosos años ochenta y las in-certezas de la década de los noventa.
Agradecemos a Guilherme Poggio (Brasil) por compartir este exelente material y publicarlo en simultaneo en su sitio web http://www.naval.com.br. como también a Francisco Rossomando (huarpe) por su traduccion al español.
COMMENTARIOS